La oposición ha exigido a la ministra de Salud alemana, Ulla Schmidt, que explique por qué ordenó, durante sus vacaciones en Alicante, un vehículo oficial que fue posteriormente robado a su llegada, desde Berlín, a la ciudad valenciana.
Estas críticas, que podrían afectar a los socialdemócratas de la canciller Angela Merkel de cara a las próximas elecciones federales del 27 de septiembre, tienen como objetivo esclarecer por qué Schmidt pidió el vehículo desde España, donde había llegado en avión con un billete que pagó de su propio bolsillo.
Una portavoz de la ministra indicó que Schmidt había decidido aprovechar su estancia vacacional en Alicante para reunirse con un grupo de pensionistas alemanes que se encontraban veraneando allí. No obstante, la ministra solicitó el envío de un vehículo oficial marca Mercedes con conductor personal que realizó el recorrido por carretera desde Berlín. A su llegada a Alicante, unos ladrones robaron las llaves al conductor del vehículo, que sigue desaparecido.
"Me gustaría saber qué cita concreta de la señora Schmidt requería un vehículo oficial y por qué no fue posible que la Embajada alemana (en España) pudiera gestionar esta petición", declaró el presidente del comité presupuestario del Parlamento -y opositor liberal demócrata- Otto Fricke.
La ministra también fue objeto de las críticas de la Asociación de Contribuyentes de Alemania, que no se lograba explicar por qué pidió que un coche oficial viajara una distancia de 5.000 kilómetros por toda Europa. "El dinero de los contribuyentes no debería ser gastado en la comodidad de un ministro", declaró la asociación en un comunicado.