El portavoz del PSOE en el debate de ayer en el Congreso, Luis Tomás, dijo que "el Gobierno entenderá cuál es la mejor interpretación" de la sentencia del Tribunal de Estrasburgo y "arbitrará medidas" para llevarla a cabo "previo debate parlamentario".
En declaraciones a los medios en el Congreso, el portavoz socialista Tomás entiende que la proposición no de ley aprobada se refiere, "en principio, a los centros públicos", pero indicó que el PSOE "no ha debatido" ni tiene "un pronunciamiento" sobre si la retirada de los símbolos religiosos afecta a los colegios públicos, privados o concertados.
En cualquier caso, el representante del PSOE admitió que el texto aprobado sufrió "una modificación importante del texto inicial" de ERC, que sólo hablaba de centros públicos. Para Tomás, lo importante es que el Congreso quiere que en la futura reforma de la Ley de Libertad Religiosa incluya la sentencia del Tribunal de Estrasburgo que "hace referencia a la libertad religioso y al derecho de los padres a educar a sus hijos según sus convicciones". En este sentido, defendió que España debe trasladar esta sentencia a su ordenamiento jurídico porque este país ha suscrito el Protección de los Derechos Humanos y Libertades Fundamentales y porque es un mandato constitucional.
Por su parte, el portavoz de ERC, aseguró que el PSOE "era muy consciente después de haber negociado durante horas" que la iniciativa se refería "a todos los centros escolares". "Estaba tan claro que hizo que el PP y CiU votaran en contra. Todos sabíamos qué era lo que votábamos", aseveró.
El diputado independentista reiteró que lo dicho por el Parlamento, en un texto "muy cortito pero muy clarito", es que se debía retirar los símbolos religiosos de todos los colegios e institutos, aunque la retirada debe empezar por las "escuelas públicas". "Yo entiendo que existan contradicciones dentro del PSOE, pero espero que la parte más izquierdista del PSOE sepa hacer entrar en vereda a aquella parte que está instalada en el Gobierno y que ayer defendía --y quedó derrotada-- que era el centro el que tenía la última palabra". "Pues no, eso no es lo que dijo el Parlamento", concluyó.