Vaya, otro, como el último nombrado en el País Vasco, que quiere ejercer su labor pastoral como mandó Cristo y no como SSabino Arana o Prat de la Riba.
A ver si es verdad.
¿Estará el papa tomando cartas en el asunto de tanta clerigalla nazionanista, indigna y bufona a lo divino a la vaticana manera, sin grandes ruidos?
Ojalá, pero que los apoye la curia, como al vasco a este rápidamnete las fieras nazionanistas intentarán deslegitimarlo, corromperlo o silenciarlo.
Sólo expresar el deseo de que al nuevo prelado le dure mucho la lucidez. La Iglesia, demasiado a menudo, no ha necesitado enemigos exteriores para verse "seriamente deteriorada". Ha bastado con nuestra falta del auténtico compromiso cristiano y nuestras pocas ganas de trabajar... Un cura.