(Libertad Digital) Pero no sólo los bancos son víctimas de la crítica del editorialista de El País; por segundo día consecutivo el Gobierno vuelve a ser vapuleado por el periódico, que termina su editorial de este jueves con un párrafo muy duro contra la política del Ejecutivo:
"El cruce de estocadas entre las trivialidades metafísicas de la AEB con las impaciencias del ministro sólo demuestran el desorden de la política económica, huérfana de dirección política y de autoridad indiscutida. Esta crisis necesita, además de ideas, una capacidad de gestión que hasta ahora brilla por su ausencia".
El equipo económico del gobierno es el blanco de las críticas de PRISA y se diría que es el trofeo que está exigiendo la imponente maquinaria mediática de esta empresa, así también Gabilondo cargaba en el comentario de opinión de su informativo nocturno contra las disputas entre Sebastián y Blanco:
"Muy ameno todo, pero ya vale. Los ciudadanos no pueden necesitar traductores para entender lo que les afecta. Necesitan información. Y llegados a este punto, tienen derecho a exigirla".
Frase con un contenido similar a la que sobre las mismas disputas leemos en el editorial de El País:
"Están de más las declaraciones sobre si el Gobierno pierde o no la paciencia con la banca, como dice el ministro de Industria, Miguel Sebastián".
No obstante, la preocupación de PRISA por los créditos bancarios, comprensible dada la delicada situación de sus propias cuentas, parece todavía mayor a tenor de las palabras que le dedicaba Gabilondo:
¿Qué pasa de verdad con los bancos? ¿Por qué retienen la ayuda recibida? ¿Por qué detienen, incluso, la correspondiente al ICO? ¿Cuál es la verdadera naturaleza de sus problemas?
O de lo que dice el editorial de El País:
Lo que está en discusión es si el sistema financiero ha cerrado indiscriminadamente el grifo del crédito, a pesar de los esfuerzos del Gobierno en forma de subastas, avales y promesa de recapitalización (si fuera necesaria), convirtiéndose en causa indirecta de destrucción de empleo.