(Libertad Digital) En declaraciones a la radio catalana RAC 1, el presidente de la Sección Filológica de la institución, Joan Martí, se mostró partidario de que aquellos periodistas que no utilicen correctamente la lengua catalana sean multados económicamente o retirados de delante de las cámaras o los micrófonos.
"En un medio de comunicación se tendría que partir de la base que aquella persona que no tiene una competencia muy buena de la lengua que sea, en este caso de la catalana, se le tiene que recomendar que se retire de esta función hasta que no tenga esta competencia. Díganle sanción económica o destino laboral diferente", recoge E-notícies.
Según dice, en cualquier otro país un buen comunicador es aquel que sabe llegar de manera extraordinaria al público y el buen uso de su idioma es algo que se le sobreentiende, sin embargo, a su juicio, en Cataluña, "se ha rebajado tanto el listón" que se considera buen comunicador a aquel que sabe expresarse adecuadamente en catalán.
"Ya sé que puede sonar fuerte, lo tenemos que relativizar. Pero no podemos continuamente ir diciendo “cómo que somos una lengua subordinada, con mucha interferencia de la española, etcétera, tolerémoslo todo”". "Aceptamos que somos una lengua con las circunstancias que hemos vivido y, por lo tanto, con unos resultados determinados en su uso social, pero aceptamos también que hoy en día la escuela enseña la lengua a todo el mundo. Y, por lo tanto, si uno quiere, la lengua la aprende bien", concluyó.
El Instituto de Estudios Catalanes es la institución que marca las reglas de la gramática y expresión catalanas. Publica habitualmente un diccionario sobre el catalán y tiene convenios con todas las universidades catalanas. Fundada en 1907 por la Diputación Provincial de Barcelona, los nacionalistas intentan compararla con la Real Academia de la Lengua Española.