El Consejo de Ministros ha aprobado este viernes el anteproyecto de la ley que regulará el almacenamiento geológico de dióxido de carbono (CO2), que según el Ejecutivo es el principal responsable del cambio climático. Además, el Ejecutivo ha aprobado un Real Decreto por el que declara, en la zona denominada Asturias Centro, una zona de reserva provisional a favor del Estado para su explotación como estructura subterránea susceptible de acoger un almacenamiento de CO2.
El Gobierno da así luz verde a la transposición de la directiva europea para enterrar CO2. "Con este proyecto damos un nuevo paso hacia el compromiso de la UE de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 20 por ciento en 2020, que se elevará a un 30 por ciento en caso de un acuerdo internacional equitativo en esta materia", explicó María Teresa Fernández de la Vega.
La vicepresidenta añadió que con esta norma se establece la base jurídica para que este almacenamiento se realice en condiciones "absolutamente seguras" para el medio ambiente. Además, el Ejecutivo también aprobó el plan de activación de eficiencia energética de los edificios del Estado.
También está prevista la puesta en marcha de otro proyecto de captura y almacenamiento de CO2 en Compostilla (León), parte de cuya financiación fue aprobada este jueves por la Comisión Europea (CE). En el proyecto de planta de oxi-combustión con captura, transporte y almacenamiento de CO2 participan Endesa y la Fundación Ciudad de la Energía (Ciuden), dependiente del Gobierno central. La planta piloto española, que ha recibido 180 millones de euros, es uno de los seis proyectos de captura y almacenamiento de CO2 aprobados por la Comisión Europea y a cuyo desarrollo destinará mil millones de euros.
El objetivo del ejecutivo comunitario es impulsar un total de quince proyectos de captura y almacenamiento para 2015, de manera que para 2020 sean viables de manera comercial. Espinosa declaró que esta tecnología "absolutamente novedosa" permitirá "secuestrar" y "reducir considerablemente" las emisiones, que, en su opinión, son causantes del cambio climático.
Este tipo de instalaciones se basa en la inyección del dióxido de carbono en formaciones geológicas profundas con el fin de evitar su emisión a la atmósfera. El anteproyecto de Ley prevé el almacenamiento de dióxido de carbono durante 50 años.