(Libertad Digital) Sólo el 28 por ciento de los inmigrantes irregulares detenidos por los Cuerpos de Seguridad han sido enviados a sus países. De hecho, en España desde 2005 hasta marzo de 2008, hay un total de 121.790 expulsiones que todavía no se han materializado.
El Ministerio del Interior ha reconocido que expulsar a los inmigrantes ilegales "es un proceso muy complicado" debido a que el expediente de expulsión dura seis meses y si no se resuelve antes de ese tiempo deben quedar en libertad.
Desde el Ejecutivo han atribuido a una serie de variables la imposibilidad de realizar correctamente las devoluciones de estos inmigrantes a sus países de origen. La falta del pasaporte o que ningún país los reconozca son algunos de los más comunes. Sin embargo, también dicen que existen problemas con las notificaciones y con los planes de vuelo. Todo ello, a juicio del Gobierno, provoca que una gran parte de los inmigrantes sean puestos en libertad.