Pocos conocían que el actor y cómico Santi Rodríguez tuviese unas fuertes convicciones religiosas. De hecho, son muchos los que relacionan a este artista andaluz con su personaje como frutero en la serie 7 vidas, emitida durante años en Telecinco.
Sin embargo, este actor que se manifiesta cercano al Opus Dei por motivos familiares, aunque no es miembro, ha concedido una entrevista a la revista Mundo Cristiano que recoge Religión en Libertad, en la que denuncia el laicismo radical existente en España.
Rodríguez afirma que "sufrimos un ataque perseverante y muy agresivo a todo lo relacionado con el catolicismo" e indica que "hoy es difícil ser coherente a nivel espiritual en mi mundo y en cualquier otro".
Además, el cómico jienense no duda en opinar sobre algunas de las medidas tomadas por el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero. "No entiendo como se puede apoyar a nivel electoral a quien está manifiestamente en contra de nuestras creencias con cosas como la imposición de eliminar los crucifijos, la eliminación de los apellidos, el apoyo al aborto...", sentencia Santi Rodríguez.
Por ello, avisa de que "los ataques que intentan provocar nuestra debilidad son estériles y, por el contrario, provocan mayor convicción en nuestra forma de actuar, al menos en mi caso".
Además, habla sobre la visita que el Papa hará a Madrid en agosto con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud y ante los ataques que ha recibido Benedicto XVI en España asegura que "debemos estar en guardia para no permitir, en ningún caso, que nadie, sea quien sea pretenda agredir al Santo Padre de manera verbal ni a nada que tenga que ver tanto con su visita como con cualquier otro aspecto que tenga que ver con nuestra Iglesia".
Para acabar, el frutero de 7 vidas concluye que "tenemos que defender con sosiego, con alegría, sin soberbia y con esperanza lo que sentimos en nuestro interior. No hay que desfallecer ante cualquier contratiempo".
En otra entrevista que concedió al semanario Alba, Rodríguez se lamentaba que ser cristiano hoy en España es una "forma de transgresión" ante unas políticas de orientación laicista y de acoso a lo católico.
De este modo, indica que "lo que no podemos es permanecer encerrados. Tenemos que salir del armario o de donde estemos metidos y decir aquí estamos. ¡Coño, que parece que han tirado una bomba nuclear! ¿Y la gente que veo en misa todos los domingos? Somos como seguidores del Atleti, orgullosos de nuestro club..., pero callados".