(Libertad Digital) Ante las informaciones erróneas y las más que previsibles manipulaciones por parte de los nacionalistas, Galicia Bilingüe aclara que el informe anual del Consejo de Europa sobre la aplicación de la Carta Europea para las Lenguas Regionales o Minoritarias no sólo no avala la imposición de las lenguas regionales en la enseñanza, sino que aboga por la libertad de elección lingüístico, hasta el punto de que ni siquiera establece la necesidad de estudiar la segunda lengua como asignatura para todos los alumnos.
Para que quede claro lo que dice el informe, nos limitamos a reproducir de forma textual dos párrafos que no dejan lugar a dudas de cual es la postura del Consejo de Europa:
- Al igual que para las otras lenguas de la Parte III [una clasificación, vendrían a ser las cooficiales], el Comité de Expertos recuerda que España ha optado por el mayor nivel de compromiso en lo que atañe a la educación preescolar, primaria y secundaria; es decir, hacer que en todos los niveles sea posible la educación en la lengua minoritaria o regional. El Comité de Expertos entiende que este compromiso significa que se facilitará la educación en gallego en los territorios donde se use el gallego. La carta no pide una educación obligatoria en gallego para todos los alumnos, sólo que tal educación se facilite de tal manera que todos los alumnos reciban la educación en gallego si los padres así lo eligen.
- En la mayor parte de las comunidades autónomas, la educación en la lengua cooficial se basa en un modelo con estructura bilingüe. Sin embargo, eso no se corresponde con los compromisos adoptados por España, que implican una oferta de modelos educativos impartidos esencialmente en las lenguas regionales o minoritarias. El desarrollo de un modelo de "inmersión total" como cúspide del modelo bilingüe es el objetivo hacia el que todas las comunidades autónomas implicadas deeberían aspirar en vista a cumplir gradualmente con los compromisos adquiridos. Más aún, un sistema basado en una educación esencialmente en la lengua se supone que se ha de facilitar para aquéllos que lo soliciten, pero no de manera obligatoria a todos los niños.