En el segundo día de juicio, tres forenses y un psicólogo aseguraron que Sergio, en principio, no padece ninguna enfermedad mental, aunque al ser menor todavía es prematuro determinar si puede sufrir alguna psicopatía, informaron fuentes jurídicas.
Al ser detenido, este menor culpó de los hechos a un tercero, Abel, aunque los Mossos lo descartaron rápidamente. Posteriormente, ante el juez de Instrucción, dijo que unas "voces" le ordenaron cometer el crimen, por lo su defensa apuntó a una psicopatología.
Sobre el otro acusado, Luis, lo describieron como un joven que no fabula, que muestra sentimientos de arrepentimiento y con tendencia a la inhibición, al aislamiento, al bloqueo.
Asimismo, los peritos informáticos explicaron que analizaron el ordenador de Sergio y encontraron conversaciones de 'messenger' en las que supuestamente hablaba del crimen con Luis, aunque no pudieron determinar si el ordenador destinatario de los mensajes era realmente el de Luis ya que no lo investigaron. Éste negó que las conversaciones fueran con él porque se le estropeó el aparato dos días antes.
Ayer, el principal acusado de asesinar a su compañera de colegio se negó a declarar. Luis mantuvo la versión sostenida durante la instrucción del caso y declaró que él no participó en el crimen ni lo vio, ya que la agresión tuvo lugar detrás de un camión. Un camionero aseguró que vio en la zona a una persona encima de otro cuerpo.
Según los investigadores Sergio y Luis fueron a buscar a 'Maores' a su casa, y en el descampado la golpearon con un palo de 'trecking', que llegó a romperse, y la degollaron con un objeto inciso y cortante que no se encontró. No obstante, los tres trozos de palo encontrados no coinciden entre sí, y los Mossos buscaron huellas dactilares ni restos de sangre.
Igualmente, la autopsia apuntó a que Luis no participó en la herida mortal, la del cuello. En su último turno de palabra, el joven dio hoy el pésame a la madre de la víctima.
El Ministerio Público sigue manteniendo su petición de cinco años de internamiento en un centro juvenil y tres de libertad vigilada para ambos por asesinato con ensañamiento y alevosía, ya que no considera que los jóvenes tengan ninguna afectación psíquica. Es la pena máxima de privación de libertad que contempla la Ley del Menor para los menores de 16 años.
Por su parte, la abogada de Luis pidió su absolución, al considerar que su cliente no participó en el crimen ni lo vio, recordando que fue él quien acompañó a Sergio a comisaría antes de que los Mossos empezaran a buscarles y que desde el principio ha mantenido la misma versión. El letrado de Sergio pidió reducir el internamiento a tres años por trastorno mental.
Para Carmen Gómez, el caso supone "un problema de prueba muy difícil de valorar, y el juez tiene una importante responsabilidad". Según ella, los dos acusados son chicos "muy normales" y de su cliente dijo que es "muy tranquilo", aunque "se deja llevar, se aisla y no toma decisiones con facilidad".
El abogado de la familia de la víctima, José María Garzón, se mostró satisfecho con el desarrollo del juicio, aunque no lo valorará profundamente hasta tener la sentencia, que podría conocerse el lunes.