L D (EFE) "El presidente electo informó al capitán Sullenberg de lo orgulloso que estamos todos por la tarea que cumplió" en el suave descenso del aparato, dijo el futuro secretario de prensa de la Casa Blanca, Robert Gibbs. Sullenberger condujo el avión Airbus 320 de la aerolínea US Airways hacia el río entre Nueva York y Nueva Jersey cuando fallaron ambos motores, poco después del despegue del aeropuerto La Guardia. Los 150 pasajeros y cinco tripulantes sobrevivieron al accidente.
En una comunicación telefónica el mandatario electo también expresó su agradecimiento a los tripulantes y a todas las personas que rescataron a los ocupantes del aparato que se dirigía a Carolina del Norte. La llamada telefónica del próximo inquilino de la Casa Blanca se conoció después de que en el Congreso los senadores aprobaron una resolución de reconocimiento Sullenberg y los tripulantes, así como a todos los que ayudaron en el rescate.
La resolución fue presentada por el senador Chuck Schumer, demócrata del estado de Nueva York y patrocinada por la senadora Hillary Clinton, también representante de Nueva York. Sullenberger merece "la medalla del Congreso al Honor" por la forma en que se condujo durante la emergencia, dijo Schumer.
Los investigadores buscan río abajo los dos motores del Airbus 320 que amaró el jueves sobre el Hudson con 155 pasajeros a bordo, ya que podrían contener evidencias físicas de que efectivamente la colisión con aves fue la causante del accidente.
"Estamos utilizando un sónar para localizar los motores, porque se han separado del avión. Con ellos esperamos tener evidencias físicas sobre las causas del accidente", anunció Kitty Higgins, miembro del Comité Nacional de Seguridad en el Transporte de EEUU (NTSB, por su sigla en inglés), encargado de la investigación.
En una conferencia de prensa, Higgins detalló que "entra dentro de lo normal" que los motores se separaran del avión tras el impacto y que se han empezado a buscar desde el punto de choque y en el sentido de la corriente hacia mar abierto. "Nos han dicho que es increíble la cantidad de ADN que puede quedar para darnos información concreta sobre el tipo de ave del que se trataba", apuntó.
En cuanto al resto del avión, anunció que será necesario sacarlo del agua para recuperar las grabaciones de voz y datos del aparato, ya que la fuerte corriente y las bajas temperaturas impiden acceder a ellas.
"Se ha intentado acceder a los registros pero no se ha podido por la fuerte corriente del río y por las bajas temperaturas, que impiden que los equipos permanezcan mucho tiempo bajo el agua", explicó Higgins.
La experta detalló que "el plan es elevar el avión, ponerlo sobre una barcaza, asegurarla y entonces retirar las grabaciones", que se encuentran en la cola del avión. "Sabemos dónde están y creemos que la cola está intacta, el problema es que no podemos acceder a ellas con el avión sumergido", aclaró.
"Un aspecto que nos interesa enormemente es investigar qué fue lo que funcionó, qué factores fueron los que hicieron que las cosas salieran tan bien", apuntó Higgins.
Puso como ejemplo el que el avión se mantuviera a flote durante tanto tiempo, permitiendo a los pasajeros encaramarse a las alas hasta que fueron rescatados, y que no se destrozara en el impacto. "Muchas cosas salieron bien, incluido no sólo el modo en que funcionó la tripulación, sino también el propio avión", añadió.
Por ello también se quiere recopilar toda grabación de vídeo que exista sobre el frustrado vuelo que partió el jueves del aeropuerto de La Guardia rumbo a Charlotte (Carolina del Norte), con 150 pasajeros y cinco miembros de tripulación.
En cuanto a estos últimos, Higgins relató que se ha iniciado su interrogatorio, aunque no se pudieron realizar las entrevistas previstas con el piloto y el copiloto, por lo que se harán el sábado. "También queremos tomar los testimonios de los pasajeros y los testigos, porque toda esa información es muy importante y complementará la que ofrezcan los datos grabados por los sistemas de seguridad del avión", añadió.
Lo mismo se hará con los controladores aéreos que lidiaron con la situación desde los puestos de control para determinar con exactitud el proceso de toma de decisiones, ya que se ha publicado que antes del amaraje se barajaron hasta dos aeropuertos para aterrizar de emergencia sobre tierra firme