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Díez defiende la libertad lingüística entre insultos de los nacionalistas

En un Congreso casi vacío, Rosa Díez dejó en evidencia a los nacionalistas que sólo supieron responder con insultos a su intervención demostrando la discriminación lingüística. El PP esta vez sí ha apoyado la propuesta de UPyD, y el PSOE, como siempre, con los nacionalistas.

Intervención íntegra de Rosa Díez

(Libertad Digital) Rosa Díez dijo que la llamada normalización lingüística excluye a los castellano parlantes y discrimina a los ciudadanos que se niegan a "normalizarse". "Hablar de ataques al español sería caer en la trampa" de los nacionalistas, afirmó, y aseguró que los idiomas no tiene derechos ni tienen que ser protegidos por nadie. "A lo largo de la historia han aparecido y desaparecido miles de lenguas".

Rosa Díez no se mostró en contra de proteger las lenguas cooficiales, sino en contra de "imponer el uso" de un idioma. " Los nacionalistas han impuesto una política lingüística que genera discriminación ", acusó. "Podríamos decir que esta política no favorece a nadie; lo que sería cierto si no
tomáramos en consideración que ya ha cumplido su objetivo: que se sepa quien manda".

Afirmó la diputada de UPyD que el derecho a utilizar el castellano está siendo vulnerado en algunas comunidades autónomas " con el consentimiento del gobierno de la nación ". "La llamada normalización lingüística quiere convertir en normal la discriminación ", dijo y recordó que el conocimiento de la lengua cooficial no es un deber constitucional. La normalización lingüística convierte en " ciudadanos de segunda " a los que se expresan en la lengua común "privados del derecho a ser atendidos en la lengua del Estado, a acceder a puestos públicos, privados de educar a sus hijos en la lengua castellana". "Los nacionalistas y los partidos que se apoyan en ellos para gobernar sin ganar las elecciones pretenden sustituir el bilingüismo por el monolingüismo y destruir derechos constitucionales".

Por otra parte, la diputada dijo que esas políticas lingüísticas son un "factor negativo" para la recuperación económica porque discrimina empresas  y profesionales que no cumplan con los requisitos. "Esa exigencia se ha convertido en una barrera artificial y arbitraria contra la libertad económica". "Al Estado le compete la regulación de los derechos de los ciudadanos", dijo y pidió una ley que garantice la libertad de elección de los ciudadanos. "Elegir y no discrimina, no es un debate sobre lenguas, es un debate sobre ciudadanos".

Los nacionalistas, encolerizados, arremeten contra Díez

"Mentira", "manipulación", "engaño" fueron algunas de las lindezas que le dedicó Joan Ridao (ERC) a Rosa Díez, a la que acusó de utilizar el debate lingüístico electoralmente, de "adulterar la convivencia para arañar un puñado de votos", de hacer una "proposición tramposa". Dijo que la discriminación denunciada por la diputada de UPyD era "falsa" y que tenía una "mente calenturienta" por denunciar un problema inexistente. "Grotesco, burdo demagogia populista", dijo de la proposición de Díez, para acabar acusándola de "sembrar zozobra" y "generar cizaña".

Y no podía faltar una referencia a una de las principales obsesiones del nacionalismo catalán: Ridao mencionó a "determinada emisora de radio cristiana". En términos similares se expresó el portavoz del PNV, Aitor Esteban, que exclamó en la tribuna del Congreso: "¡Todo lo envuelve el castellano, todo!" Mientras desde CiU se aludía al "neonacionalismo español".

Réplica incontestable de Díez

Después de recibir los habituales insultos de los nacionalistas, Díez les aclaró que "vine aquí a hablar de la discriminación y la libertad de elección y de eso, por mucho que quieran provocar, es de lo que voy a hablar". La portavoz de UPyD que ha asumido casi en solitario la defensa de la libertad lingüística en el Congreso, al igual que Ciudadanos lo hace en el Parlamento catalán, le espetó a los nacionalistas: "Si yo quisiera la desaparición de esas lenguas tenga por seguro que vendría aquí a defenderlo".

"Les he dado argumentos –continuó Díez– ahora les daré ejemplos al ver, como me esperaba, que niegan la evidencia". Y vaya si dio ejemplos. Mostró el impreso de inscripción para la educación infantil en Cataluña y "no hay casilla para quienes quieran que sus niños sean educados en español" y  "dice el documento explicativo que le acompaña en el capítulo 3, que los niños tienen derecho a recibir la educación infantil en su lengua habitual". Sin embargo, cómo destacó Díez "sólo los castellanoparlantes tienen que pedirlo después de formalizar la matrícula, en la calle no hay discriminación, en la escuela sí".   

De Galicia citó el decreto para la imposición del gallego, que Feijóo se ha comprometido a derogar, que en su "artículo 35 párrafo 2, dice una o más de las pruebas del proceso selectivo para acceder a puestos en la administración deberán hacerse exclusivamente en lengua gallega" así como que todas las comunicaciones con padres y alumnos deben ser en gallego "eso es discriminación". De Baleares, mostró el folleto informativo para los padres editado en "catalán y polaco" en el que se dicen cosas como que "hay que hablar catalán porque es de aquí", del País Vasco citó el articulo 2 de la ley educativa que dice que "el euskera será la lengua vehicular". En conclusión, Díez demostró los hechos "contra los adjetivos –por no decir insultos– y la falta de argumentos".

Apoyo del PP

Alfonso Alonso, del PP, anunció que votará a favor de la proposición de Rosa Díez porque "efectivamente existe en nuestro país , en algunas comunidades autónomas" la discriminación denunciada por Díez. "Estas cosas pasan en la educación, el acceso a la función pública, la libertad de empresa, estas cosas pasan en la calle". "Vamos a apoyar esta propuesta porque coincidimos y estamos de acuerdo en el diagnóstico de que se niega la realidad". "¿En qué puede molestar una ley que quiere que no se produzcan discriminaciones?", se preguntó.

Recordó que en Cataluña no existe libertad para rotular en los establecimientos y los decretos del Gobierno vasco para erradicar el castellano de las aulas o la desproporción en la puntuación del conocimiento del euskera para acceder a la función pública. Alfonso Alonso consideró que precisamente estos "abusos" han sido decisivos en las elecciones en Galicia y País Vasco. "Esa política atenta contra la libertad y los derechos de los ciudadanos".

A una pregunta que le realizó el diputado del PNV, contestó Alonso que "efectivamente vamos a cambiar y modificar la política lingüística del País Vasco". "Defender la convivencia se basa en el reconocimiento del diferente, la capacidad de elegir del ciudadano en las mismas condiciones".

"La Constitución constata el deber de todos los españoles a conocer la lengua común. No puede imponerse el conocimiento de otra lengua, esta es la realidad constitucional, por lo que el debate es oportuno". "No se enfaden, ni lo vean provocación", dijo a los nacionalistas. "Actúen con tolerancia y piensen en el derecho a ser diferente. Convivan en tolerancia porque los ciudadanos tienen como bandera la libertad".

El PSOE con los nacionalistas

Cómo era de esperar, el PSOE se puso, una vez más, del lado de los nacionalistas. En palabras de su portavoz: "No vamos a apoyar por no estar de acuerdo con el diagnóstico, ni con los supuestos, ni porque creamos que una ley orgánica sea la adecuada para resolver estos problemas si los hubiere".

La posición del PSOE se resume en esta frase "no queremos mantener prácticas de la concepción imperial de España". Después, el portavoz socialista se perdió en disquisiciones sobre "derechos colectivos" y "normalización de lenguas reprimidas" para legitimar la vulneración de las libertades que impulsa su partido en el Gobierno regional de Cataluña.  


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