En un centro de la Comunidad de Madrid, en la calle Bárbara de Braganza, una funcionaria, paraba su vehículo con su hijo dentro, en la puerta del edificio, y después de fichar, continuaba su trayecto hasta el colegio al que acudía su hijo. Curso tras curso.
Menuda novedad.
¿ A estas alturas , ahora se enteran?
Son ganas de no haber querido ver.
Lo interesantes sería ver lo que hacen en esas horas posteriores... Porque solo vemos a los que van al mercado, de compras... Una vez han fichado y se han ido...¿A donde van?..
Quizas "averiguarlo" (Por saber, lo sabemos) resulte mas asustador que saber que se escapan, que solo sería un pilleria,una vagancia.
Luego vas a pedir un certificado de nacimiento, que antes era cosa de ir, esperar una hora y salir con él, pero desde hace poco es cuestion de dias y dias y dias... para pedir hora.
Mal empezamos si el propio denunciante de los hechos resulta ser "El consejero de Solidaridad y Ciudadanía de la Generalidad valenciana", porque ya me dirán ustedes qué c@... "aconseja" el mentado Sr. y me pregunto si no podrían empezar por ahorrarse su propio sueldo.
Por otra parte, aunque no conozco el asunto más que por la noticia, creo que no hace falta ser un lince para imaginárselo: los "expertos" de turno le vendieron la "moto" al capitoste-in-pectore, en forma de un carísimo y complejísimo sistema super-tecnologíco-informatizado para controlar al personal. Ignorando tres principios que de ser hijos de mi padre, les habría enseñado mi abuelo y además gratis.
1.- Como he señalado en múltiples ocasiones, aparte del que se cita en el tercer punto, no existe ningún sistema a prueba de golfos porque como ocurre con los tontos, son terriblemente ingeniosos.
2.- El segundo principio de Arquípetez o de la simplicidad, dice que no utilices una máquina de escribir -y menos un ordenador- si puedes hacerlo con un bolígrafo y una libreta.
3.- En estos casos, hay que aplicar el principio de la pesca con martillo. Es decir, que pican pocos ¡Pero el que pica...! Quiero decir con esto que el día en que la cabeza de uno de estos espabilados aparezca en una pica frente a la puerta de la Ciudad de los Golfos -¡Huy! perdón- de la Justicia de Valencia, se acabará el problema por una temporada.
Porque el funcionario siempre ha hecho lo que le da la gana. España, paraíso de funcionarios, infierno para los emprendedores.
Eso en Valencia en Andalucia cortijo de Chaves y Griñan, se sabe que estan en otro sitio trabajado o "dirigiendo" una empresa donde contratan a familiares de unos y otros y como tienen carnet del partido y sus failiares son "historicos", pasan años y no se hace nada.