Los monjes jerónimos del monasterio cacereño de Yuste han tenido que trasladarse a Segovia tras las presiones que han sufrido por parte de Patrimonio Nacional. A finales de 2009 los seis religiosos tuvieron que marcharse de este pueblo a pesar del apoyo que tenían de los vecinos.
Según cuenta La Gaceta, el organismo dependiente de Vicepresidencia del Gobierno ha emprendido una campaña de acoso con el objetivo de librarse de los monjes y así poder llevar a término su objetivo: construir un hotel de lujo en el lugar donde Carlos V pasó el final de su vida.
En 2004, De la Vega firmó un convenio para gestionar este complejo y que se tradujo únicamente en la mejora del estacionamiento de vehículos. Pero desde hace unos meses la campaña se ha transformado y se ha hecho agresiva. El Ejecutivo puede conseguir en esta operación una importante suma de dinero y creen que para llevarla a término los monjes no serán problema.
Para ello, Patrimonio se puso manos a la obra y amplió de manera injustificada las visitas turísticas, abriendo salas privadas y durante más horas, afectando de manera notable la vida de clausura y de comunidad de la orden.
Sin embargo, lo más grave y la gota que ha colmado el vaso ha sido el inventario de los bienes de los jerónimos de Yuste realizado por Patrimonio y en el cual se atribuyen la propiedad de gran parte de las pertenencias de la orden.
Los propios vecinos creen que se está produciendo una “desamortización encubierta y en pleno siglo XXI” y no han dudado en apoyar a los monjes. “Carlos V trajo a los jerónimos cuando vino al monasterio para morir. Es una pena que se hayan ido, aunque dicen que volverán en abril o en mayo. Les echamos de menos”, indican otros vecinos y recuerdan que la construcción del hotel lleva años sonando.