Nada va a hacer que el Gobierno cambie su percepción sobre el desastre del "Alakrana", ni recozcan la más mínima falla en su desastrosa gestión. María Teresa Fernández De la Vega ha evidenciado esta irresponsabilidad este miércoles en el Congreso, en el que las preguntas sobre el atunero han encendido a la vicepresidenta.
Saénz de Santamaría considera que "el Gobierno no puede sentirse satisfecho de su gestión" ya que ha actuado "sin valorar alternativas ni consecuencias, pasando la patata caliente de unos a otros". Incluso, como ha recordado la popular "La Audiencia Nacional tuvo que salir a recordarles que la decisión de traer a los piratas a España fue del Gobierno".
La vicepresidenta ha recibido las lógicas críticas con chulería, tratando de zanjar el debate con un escueto: "Coordino y asumo responsabilidades en todos los casos". Sáenz de Santamaría ha acusado a De la Vega de "marcharse a Argentina en el momento más duro y crítico del Alakrana" y le ha preguntado si "se siente satisfecha" con el que es "el mayor fracaso político de su gestión".
Los reproches del PP han sacado de quicio a De la Vega, que ha contestado fuera de sí que el partido popular "no tiene respeto por las familias" además de acusarle, continuando con el ejercicio de cinismo, de "ponerse del lado de los piratas porque "todo vale". Además, no ha perdido la oportunidad de recordar unos méritos inexistentes como "generar empleo y sacar a España de la crisis económica".
Por último, la vicepresidenta ha anunciado que comparecerá "más sosegadamente" en una Comisión para dar explicaciones por la gestión del Alakrana , diciéndole a Saénz de Santamaría que "compareceré en un debate más sosegado, no en un rifirrafe para que usted saque rentabilidad política".Tras el enfrentamiento, Sáenz de Santamaría ha reclamado que se retieren las acusaciones de la vicepresidenta del diario de sesiones. La petición ha sido admitida a trámite.
Rifirrafe entre Rajoy y Zapatero
Previamente, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, criticó al líder del PP, Mariano Rajoy, que su grupo sólo viva de las previsiones, debido a la carencia de iniciativas y propuestas, y ante las protestas del PP respondió que "quien no tiene ideas, no sabe escuchar".
En la sesión de control en el Congreso, Zapatero respondió así a la pregunta de líder de la oposición sobre cómo explica que sus medidas económicas vayan en dirección contraria de las recomendaciones de la Comisión Europea.
Zapatero incidió, tras la comparación que hizo Rajoy de la salida de la crisis de algunos países frente a España, que hay que tener en cuenta "cuándo entraron esas economías en recesión y evaluar ese tiempo de recesión", ya que España comenzó un trimestre más tarde que otros países, que ya se están recuperando.
Además, subrayó que también hay que analizar el volumen de la caída del PIB, que en España es menor que la media de la zona del euro.
Zapatero recordó que las medidas puestas en marcha por el Gobierno son las que han establecido el G-20 y la Comisión Europea, destinadas al respaldo y rescate del sistema financiero y a planes activos de estímulo fiscal para promover la demanda del sector público ante la iniciativa privada.
Asimismo, el presidente del Gobierno hizo mención, en este sentido, a la futura Ley de Economía Sostenible y destacó, ante las críticas de Rajoy a los Presupuestos Generales del Estado de 2010, que éstos mantienen la inversión en infraestructuras y el esfuerzo en I+D+i.
La caída del PIB, clave para Rajoy
Durante su intervención, Rajoy destacó la caída trimestral del PIB del 0,3% entre julio y septiembre, frente a otros países que ya están creciendo, algunos incluso durante dos trimestres consecutivos, informa EFE.
Rajoy subrayó las previsiones negativas que se ciernen sobre la economía española y que apuntan a que en 2010 la tasa de paro alcance el 20%, que continúe la pérdida de competitividad y que se pueda poner en riesgo las finanzas públicas.
Además, enumeró una serie de recomendaciones de la Unión Europea para combatir la crisis, de las cuales, en su opinión, España no cumple, como las rebajas fiscales que favorezcan el consumo y la inversión, la reducción de la dependencia energética, formas flexibles de contratación, apoyo financiero a las pymes o un plan de de reducción del déficit y de la deuda.