La Fiscalía pedía hasta ocho años de cárcel, pero la Audiencia ha rebajado las penas. Para Ramon B.F., presidente del neonazi Círculo de Estudios Indoeuropeos (CEI), la pena es de tres años y medio de prisión y 6.000 euros de multa por la difusión de ideas genocidas, un delito contra los derechos humanos y otro de asociación ilícita.
Oscar P.G., propietario de la librería y dirigente del CEI, también ha sido condenado a tres años y medio y a 3.600 euros de multa por los mismos tres delitos. Carlos G.S., dirigente del CEI, ha sido condenado por los mismos delitos a tres años de prisión y 3.240 euros de multa, mientras que el cuarto acusado, Antonio L.S., propietario de la editorial, ha sido condenado a dos años y medio de prisión y a 2.400 euros de multa por difusión de ideas genocidas y un delito contra los derechos humanos.
En su sentencia, de 271 páginas, la Sección Décima considera probado que entre enero y julio de 2003, los procesados vendieron, a través de la librería en la calle Argenter del barrio de Sant Pere y de su página web, todo tipo de publicaciones en las que se justifica y exalta el régimen nazi y se incita al genocidio del pueblo judío.
Según consta en numerosos extractos citados en casi 200 páginas de la propia sentencia, algunos de los libros y revistas incautados en la librería y los domicilios particulares también incitan a la discriminación, la exclusión y la eliminación de distintos grupos raciales y sociales, y exaltan y justifican los regímenes fascistas totalitarios basados en la supremacía de la raza aria. La venta de este tipo de libros constituye un delito continuado de difusión de ideas genocidas y otro contra los derechos fundamentales y las libertades públicas.
El CEI, fundado en Valencia en 1997 por Ramon B.F., promovía esta ideología. Tenía como lema 'Hermandad Aria', y como símbolo, las iniciales de éste, H y A, que coinciden con las de Adolf Hitler. Además, se obligaba a todos sus miembros a vestir de uniforme, con camisa parda y pantalones y botas militares, además del brazalete con el símbolo de la entidad.
Los dirigentes del grupo pretendían ser una especie de "Estado Mayor", autodenominado 'SS', que pudiera imponer un sistema fascista en cualquier lugar de Europa aunque fuera militarmente. El juramento para pertenecer al grupo paramilitar prometía fidelidad eterna a Hitler y sus ideas.
Entre los documentos, la sentencia cita también aquellos que ridiculizan o banalizan el Holocausto, lo que, para los magistrados, equivale a justificarlo. Las investigaciones empezaron a finales de 2002 tras tener conocimiento de que, a través de la librería y de la editorial, se distribuía este tipo de material. La citada librería vendía los libros editados por la empresa editorial, por lo que los Mossos establecieron un vínculo profesional y comercial entre los dos detenidos.
En los registros practicados en julio de 2003 y mayo de 2004, los agentes intervinieron 10.000 libros, cintas de vídeo, revistas, publicaciones en otras lenguas, 'fanzines' y esvásticas. La mayoría de las publicaciones se distribuían en Europa, sobre todo en Francia y Portugal, así como en Sudamérica, principalmente en Chile. La sentencia ordena el decomiso de todo el material.
Debido a la presión policial, en mayo de 2005 el CEI se disolvió y en noviembre de 2006 ingresaron 18.000 euros en el juzgado en favor de las Comunidades Israelitas de Barcelona, SOS Racismo y Amical Mathausen, que se personaron en el juicio como acusaciones populares. Un caso parecido a este fue el de la Librería Europa, del barrio de Gràcia de Barcelona, cuyo propietario, Pedro Varela, fue condenado por justificar también el Holocausto.