Mónica Frassoni presidenta del Partido Verde europeo, ha comparecido en la comisión de Medio ambiente del Parlamento de Cataluña que debate el futuro de las corridas, después de que la cámara admitiese a trámite el pasado diciembre una iniciativa legislativa popular (ILP) de la plataforma animalista PROU! (¡Basta!) que reclamaba la prohibición de los toros en la comunidad.
Para la representante del parlamento europeo, la corrida, "como la caza", es la expresión de unas valores machistas y de falta de igualdad y de "imposición" entre el hombre y la naturaleza a la que se quiere dominar, en este caso el toro, "al que se mete en la plaza donde no puede salir, una competición tramposa, valores que sería mejor superar, una diversión que no tiene lugar en esta sociedad".
La eurodiputada ha señalado que el debate sobre los toros es similar al que se produjo en términos similares en Inglaterra con la caza del zorro -o en Italia con la tradición de lanzar burros desde los campanarios- y en el que se acabó imponiendo la idea de que no se podía convertir en diversión la muerte de un animal.
"Las mentalidades de los hombres evolucionan. Estamos hablando de un tema que tiene que ver con los valores y la cultura, pero no con la libertad", ha puntualizado la eurodiputada, quien sin evitar la polémica, ha comparado la lógica de los toros con "la de ese señor que mata a patadas a su mujer y dice que la quería un montón", unas palabras que han levantado quejas de algunos diputados.
Frassoni ha remarcado que este debate "no es una cuestión de identidad" y que "uno no es menos español o menos catalán porque no le gusten los toros".
"Hay cosas útiles en el mundo y hay otras que son inútiles, y las corridas son una de ellas", ha añadido la eurodiputada quien no ha querido dar su opinión sobre los tradicionales 'correbous' catalanes, como le habían reclamado varios grupos.
Esplá: el toro cae "sin dejarse usurpar el terreno"
Por su parte, lejos del discurso demagógico de la eurodiputada y en un tono literario aplaudido por la mayoría de grupos, el torero alicantino Luis Francisco Esplá, retirado ya de los ruedos y recientemente premiado con la Medalla de Oro a las Bellas Artes, aseguró que negar el sufrimiento de los toros sería "tan estúpido" como negar el peso artístico del toreo.
Esplá aseguró que la muerte del toro no se parece a la muerte de ningún otro animal, ya que cae "en actitud de arrogancia, sin dejarse usurpar el terreno", por lo que "nunca" ha sentido pena en el momento del desenlace.
Para el ex matador, este espectáculo tiene un "fin práctico para el hombre", y es uno de los mecanismos que el hombre ha creado contra la muerte, como la religión, el arte y el amor, por lo que insistió en reclamar el derecho de los aficionados "a ser y sentir de forma diferente", porque sentimientos como la piedad y la compasión "no pueden ser administrados desde la imposición".
"Jamás he sentido piedad cuando he matado un toro", precisó Esplá, porque "su fin es ese". Asimismo, defendió la creación artística de los toreros porque son "los únicos artistas" que, por divertir y crear, ponen su vida en juego en un acto claro de "generosidad".