Según publica La Gaceta el presidente del Congreso omitió en su declaración de actividades del Congreso su condición de propietario de la Hípica Almenara, que gana al año más de 300.000 euros y contribuye sobremanera a aumentar el patrimonio del ex presidente de Castilla-La Mancha.
La hípica está situada en las cercanías de Toledo en dirección a Ocaña, dice La Gaceta, y es una empresa de primera categoría en la zona vinculada a clientes de alto standing y caballos de pura raza. No es la única propiedad empresarial de Bono. También es apoderado de La Atalaya 52 SL, y ninguna de dichas actividades las declara como privadas.
Las cifras de ventas de la hípica en el año 2008 fueron de 295.683,67 euros, sobre un activo total de 2,2 millones, con un resultado final de 316.100,3 euros. Con seis empleados, publica La Gaceta, la sociedad se dedica a explotar fincas rústicas y ganaderas y a organizar eventos sociales, deportivos y de ocio en lo referido a la hípica. En las obras de la misma intervino, además, la empresa Onde 200, propiedad de Francisco Hernando, El Pocero.
Bono es titular del 80% de una empresa que no declara, pese a que se le puede adjudicar el 80% de los beneficios que genera, explica el diario. Pero además, el resto de los accionistas son sus cuatro hijos, a razón de un 5% cada uno.
La ley orgánica 5/1985 de 19 de junio permitía dar publicidad a las declaraciones de actividades, pero más tarde esa posibilidad se restringió limitando el acceso a esas declaraciones.
Tras la aprobación en el Congreso el pasado 21 de noviembre del primer dictamen de la Comisión del Estatuto del Diputado, todos los ciudadanos tenían acceso a conocer las actividades al margen de la labor parlamentaria de los diputados. El propio Bono justificó la iniciativa subrayando que “España es una sociedad abierta y trasparente que exige que sus instituciones lo sean cada vez más”, y que la aprobación permitiría dar publicidad a las sesiones plenarias en las que se debatían las incompatibilidades de los diputados. Pero no mencionó ninguna de las dos actividades privadas expuestas más arriba.
La compra del lujoso piso sobre su hijo y estos datos levantan sospechas sobre el enriquecimiento de José Bono, que tal y como recuerda La Gaceta, depende de la vida pública desde 1979.