El presidente del Congreso, José Bono, ha afirmado que el aborto no es para él "ni es un bien ni un derecho", y admitió, como católico practicante, que le supuso un "sacrificio" apoyar la nueva ley aunque la ve más restrictiva.
"Voté esta ley por razones distintas a las que las votó un sector de mi partido. Para mí, el aborto ni es un bien ni es un derecho. Es un mal. Y voté la ley porque estoy convencido de que la legislación nueva es más respetuosa con el derecho a la vida que la anterior. Esta nueva ley limita el supuesto de enfermedad psíquica de la madre a 22 semanas. La pasada ley no tenía limitación alguna", afirmó en una entrevista del diario Segre.
Bono, que visitó el domingo el monasterio leridano de Vallbona de les Monges, apuntó en la entrevista que en España hay muchas administraciones; "probablemente, demasiadas". "Las comunidades autónomas han reproducido el modelo del Estado. Hay 17 gobiernos autonómicos, 17 parlamentos, 17 tribunales superiores de justicia, 17 tribunales de cuentas, 17 defensores del pueblo, 17 consejos económicos y sociales, 17.000 televisiones... Demasiados organismos para el bolsillo de los ciudadanos que pagan impuestos", señaló.