Entrevistado por Luis Herrero en su programa de esRadio, Salvador Boix, apoderado del torero José Tomás dijo que como catalán "está indignado de vernos en esta situación tan lamentable y que cansa tanto, es una gota malaya que hace ya 20 años que dura", en referencia a la votación de este viernes del Parlamento catalán sobre la prohibición de las corridas de toros en Cataluña.
Boix señaló que este viernes "se votan las enmiendas a la totalidad y empieza a debatirse", y en caso de rechazarse la enmiendas aún "tendremos cuatro meses para poner las cartas sobre la mesa y hablar de todo".
Aunque el resultado de esta votación será indicativo de lo que pueda pasar, ya que las fuerzas están muy igualadas, el apoderado de José Tomás reiteró que "una cosa es el hecho en sí de la prohibición y otra debatir el hecho si se va a debatir o no" y "tampoco pasa nada si mañana se pierde".
La clave está en la postura que adopten los diputados de PSC y CiU, que tienen libertad de voto. En este sentido, Boix dijo que habló con el diputado del PSC, David Pérez, que defenderá este viernes una de las enmiendas al proyecto de prohibición y "no era para nada pesimista, tenía la duda si los convergentes le engañan o no, pero la cosa está muy ajustada". También citó a Pere Macías, diputado en el Congreso de CiU, que es un "convergente de toda la vida, y está totalmente en contra". La realidad, para Boix, es que "hay sensibilidades muy divididas y encontradas". "No sé si esta coña del voto secreto puedo favorecer o no", añadió.
El componente nacionalista de la iniciativa es una "evidencia mundial" para Boix que consideró que "tampoco nos ayuda mucho en Cataluña la coyuntura que estamos viviendo", en referencia al retraso en la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatuto que "hiere mucho la sensibilidad de mucha gente". Boix tiene muy claro que "hay una parte de los diputados que van a votar que lo tiene clarísimo, lo harán para marcar distancias con España".
Respecto a las argumentaciones animalistas, Boix criticó el "animalismo de salón, en un mundo en el que los humanos hacen lo que quieren con los animales", un ejemplo, a su juicio, de "hipocresía y el mirar para otro lado, los catalanes somos campeones del mundo en esto de mirar para otro lado", y los toros se han convertido en el "chivo expiatorio".
Boix cree que es una "falta de sensibilidad que la gente no comprenda que es la fiesta de los toros", e incidió de nuevo en que en las 180.000 firmas presentadas a favor de la prohibición "existe muchísimo componente nacionalista catalán". Recordó que ya desde los primeros años de Pujol los nacionalistas "decidieron que formaba parte de la cultura catalana y que no", excluyendo a la tauromaquia pese a su fuerte arraigo en Cataluña.