(Libertad Digital) Elegida en persona por el mismísimo Zapatero tras una reunión con José Blanco y la venia de la cúpula del partido, el nombramiento llegaba poco después de que en sectores del PSOE creara malestar el apoyo español a la directiva europea sobre inmigración.
Bernarda Jiménez, según recoge El Mundo, reconoce que le sorprendió la llamada para un cargo político: "No me lo creía". "Lo que pasa es que vas trabajando y la gente se fija". Sobre Zapatero, admite que no le conocía. "Me llamó para una reunión y resulta que había visto unos libros míos y sabía de nuestro trabajo. Me imagino que conoció a más gente que le había hablado de mí"
Estudió en EEUU y posee además dos clínicas estéticas, una en Madrid y otra en la República Dominicana, y su posición acomodada le ha permitido educar a sus hijos en el International College de La Moraleja (cuyo precio medio anual por alumno es de 15.000 euros).
No obstante, Jiménez se muestra decidida en sus objetivos. "mi peor día fue cuando a mi Pedro Luis (su hijo mayor) lo soltaron de lo alto de una escalera por ser negro. Fue en España. Por eso estoy aquí, para cambiar eso".
Cabe mencionar sobre la apuesta de Zapatero que heredó junto a sus hermanos alrededor de 400 hectáreas (4.000.000 de metros cuadrados) de terreno donde su familia cultivaba tabaco y plátano, un terreno considerado el más fértil del Caribe valorado en más de cuatro millones de euros.
Sobre sus clínicas estéticas, Jiménez reconoce en El Mundo que tienen un "éxito inusitado tanto en Madrid, en el Barrio del Pilar, como en Santo Domingo", en "uno de los barrios más exclusivos". Al otro lado del Atlántico la clínica es visitada por estrellas televisivas, políticos y deportistas.
Jiménez se define a sí misma como una mujer "privilegiada, cualificada". La inmigrante con mayor poder político en la Historia española recuerda en el artículo de El Mundo su infancia, en la que su padre "cosechaba mucho tabaco y otros comestibles como plátano, yuca...". Confiesa también que "repartía los excedentes de la cosecha a los más pobres. No era un terrateniente al uso".
Del fichaje más llamativo del PSOE tras su 37 Congreso, el vicesecretario José Blanco dice que "simboliza el compromiso del partido con la integración". Jiménez debe ahora dirigir la política del partido para controlar e integrar a los inmigrantes, población ésta que cobra el paro en un 85 por ciento más que en 2007.
Política de inmigración
Sobre ello, establece que "todo extranjero que ingrese en España debe tener visado. No se puede entrar en el país sin papeles". "No se puede ir por la vida haciendo las cosas de forma irregular ni ir indocumentado, porque no vas a tener derechos, no existes, no se puede aceptar ser un esclavo...No se puede alimentar a las mafias".
Pese a formar parte de la élite del 5 por ciento que forma parte de puestos directivos, dice conocer bien a los 4,5 millones de inmigrantes, la mayoría de los cuales no llegan a mileuristas. "Quedándome en EEUU iba a ganar mucho dinero en cualquiera de las especialidades que ejerciera, pero el dinero a pesar de que es muy importante para todo no es lo único que me ha movido en la vida. Afortunadamente, soy muy romántica".
Casada con un segoviano, decidió venir a España para no romper con su familia. Es por ello que su hijo Pedro Luís podría tener la nacionalidad dominicana, pero "se siente español".
Episodios de racismo
Acerca del racismo en España, comenta que "es muy curioso por que las niñas se avisaban para ir a ver a una madre negra al barrio". La gente cuchicheaba sobre ella, asegura: "de repente fue marido a buscarme y dijeron: ¡Ay si tiene padre el niño!. Sobre su hija menor comenta que al ser "completamente española, tanto en la forma de ser como en el color", la han llegado a preguntar "si yo era su asistenta".
Jiménez recuerda episodios de racismo sufridos por su hijo cuando éste contaba con cuatro o cinco años: Le cogieron por los pies y le tiraron por las escaleras. Le dejaron en carne viva el abdomen". En otra ocasión le persiguieron skin-heads. "Me duele porque España no es tampoco así, pero existe el racismo".
En la entrevista concedida a El Mundo Bernarda Jiménez también recuerda emocionada a Lucrecia Pérez , asesinada por un Guardia Civil en un recordado episodio racista en 1992, y de la que conoce a su hija. "Sus asesinos celebraron su muerte. Con ello, España se despertó y vio la inmigración que tenía".