La inmersión lingüística en las Islas Baleares llegará a su fin el 22 de mayo de 2011 si el Partido Popular logra la mayoría absoluta. Ésta es la promesa de su candidato, José Ramón Bauzá, que se impone como meta devolver la "normalidad" a la política y alejar el fantasma de la corrupción de las instituciones.
En una entrevista concedida a Libertad Digital en la sede nacional del PP, Bauzá se somete al "yo prometo" y solemniza que si se convierte en presidente "los padres podrán elegir con libertad absoluta la lengua vehicular para la educación de sus hijos", ya sea "el castellano o cualquiera de nuestras modalidades lingüísticas".
El objetivo, asegura, es que "al final el proceso formativo los niños sepan hablar y escribir perfectamente el castellano, una de nuestras modalidades lingüísticas y el inglés".
El líder de los populares de Baleares también se compromete a trasladar esa "normalidad" a la Sanidad, y a que "el catalán deje de ser un requisito y pase a ser un mérito". "El que el catalán valga más que cualquier estudio de posgrado o especialización no puede ser y no es de sentido común", añade.
Rajoy le respalda contra la corrupción
El otro de los grandes ejes de Bauzá si se hace con el Gobierno autonómico será erradicar la corrupción. En este sentido, el barón popular ya da ejemplo e impide que cualquier dirigente del PP imputado pueda ir en las listas electorales. Lo defiende: "la realidad de nuestra formación política en Baleares obliga a medidas excepcionales que seguro no se toman en otros ámbitos y lugares, pero a nosotros nos lo pedían los diferentes sectores sociales. Son medidas necesarias".
Admite, eso sí, que su propuesta "no fue fácil" y "alguna injusticia cometeremos con algún compañero porque no podrá estar en alguna lista" pero "los políticos viven en una esfera y la sociedad vive en otra y nosotros tenemos que adaptarnos a las sociedad y ser su correa de transmisión".
Preguntado por si su el líder del PP, Mariano Rajoy, le dio su consentimiento, él asegura que "por supuesto", si bien evita problemas y recalca que sabe "donde empiezan y acaban" sus responsabilidades y que, por lo cual, no le sugirió extender su plan al resto de comunidades.
Dice, en este punto, que "no" le ha planteado sus recetas contra la corrupción a Francisco Camps. "No tengo que dar lecciones a nadie, faltaría más", apuntó.
"Me gusta el señor Cascos"
Bauzá rehúsa marcar doctrina sobre los asuntos internos del PP. Sobre la posibilidad de que el PP de Asturias convocara un congreso extraordinario bajo la premisa "un militante, un voto" como el suyo, el líder regional destaca que "no es una mala fórmula" aunque "la realidad de Asturias es la propia de Asturias".
"Me gusta el señor Cascos como cualquier otro de mis compañeros", responde, al ser abordado sobre la posibilidad de que el ex ministro vaya a ser el cabeza de cartel en dicha comunidad.
Por último, y a tenor de que todos los sondeos -tanto internos como externos- le brindan la mayoría absoluta, Bauzá ya trabaja en su Ejecutivo pero, de momento, no da nombres. Sobre el alcalde de Calviá, Carlos Delgado, afirma que "tendrá la oportunidad de tener responsabilidades donde le toque" pero que, a día de hoy, "no es el momento de hablar de cargos".