La destitución de Belén Barreiro como directora del CIS sigue coleando. Según cuenta El Semanal Digital, durante la toma de posesión de su sustituto, Ramón Ramos se formó un gran lío. De hecho, la expectación mediática fue enorme después de que la vicepresidenta De la Vega sentenciara a una funcionaria dependiente de su departamento.
Las acusaciones sobre las presiones de De la Vega para que manipulara las encuestas para favorecer al Gobierno también contribuyó a esa expectación. Por ello, el personal de Moncloa estaba nervioso por si la situación se les iba de las manos.
Y esto quedó patente cuando varios periodistas se acercaron a Barreiro durante la toma de posesión de su sustituto para preguntarla sobre su salida del CIS. Rápidamente, el personal del Ministerio de Presidencia se apresuró y dijo que "Belén Barreiro no va a hacer declaraciones".
Ya era demasiado para la cesada directora del CIS, que bastante tenía con estar al lado de la vicepresidenta con la que había tenido graves encontronazos durante los últimos meses. Así, Barreiro espetó que "¡¡¡eso lo tendré que decir yo!!!". Aunque decidió no armar más lío y añadió: "pero ciertamente, no voy a hacerlas". Con estas, se fue sin hacer más declaraciones.