LD (Pedro de Tena) El Consejo Asesor del Partido Popular andaluz elaborará un estudio sobre la viabilidad de una modalidad de cadena perpetua, examinando las posibilidades legales y constitucionales de aplicar en España penas privativas de libertad por plazos indefinidos y sujetos a revisiones periódicas, en función de la posible reinserción social del delincuente.
El presidente de este consejo asesor, Luis Marín Sicilia, ha encargado el mencionado estudio a la Comisión de Libertades y Justicia del Consejo, con la finalidad de aportar sus conclusiones al Presidente del partido en Andalucía, Javier Arenas, del que depende y al que asesora dicho consejo, integrado por personalidades independientes y afiliados del PP andaluz.
A juicio de Marín Sicilia, la expresión "cadena perpetua" es "tabú" en algunos sectores sociales y provoca reacciones encontradas que sería bueno excluir del acaloramiento del debate, que debe ser sereno y constructivo. Por ello sería más adecuado, dice, "alejarse de planteamientos dogmáticos y buscar el equilibrio entre la finalidad de la pena, en el doble sentido de garantizar el orden social quebrantado y conseguir la reinserción social del delincuente, principio inspirador de nuestra Constitución".
En cualquier caso, este tipo de debates debe realizarse sin dilaciones, pero procurando que el rigor de la reforma penal, en su caso, "no esté condicionado por hechos concretos demasiado próximos en el tiempo". Pero Luís Marín no está de acuerdo con algunos penalistas que proclaman que "la ley no la puede cambiar la opinión pública", ya que, aunque formalmente ello sea cierto "el sistema hay que mejorarlo atendiendo las demandas de la sociedad, pues si la ley es contraria al sentimiento general pierde una gran parte del sentido de justicia que debe encarnar la norma. Por tanto, lo procedente es distinguir entre la visceralidad y la racionalidad".
Para el presidente del órgano asesor popular, la evolución social exige plantearse situaciones nuevas en base a criterios nuevos, sobre todo cuando hablamos de delitos tan graves que merecen una privación permanente de libertad, en tanto no haya plena seguridad de la reinserción del delincuente.
Es precisa una prevención especial para que el sujeto infractor no vuelva a delinquir. En este sentido hay que hacer un esfuerzo para no reducir el debate a una cuestión puramente semántica sobre la cadena perpetua. En opinión de Marín Sicilia, el eje del debate debe ser "la prioridad constitucional de la reinserción social, ya que el mero hecho de la duración de la pena no implica por sí solo la rehabilitación".
En consecuencia, se pregunta: "¿No será más importante asegurar que la reinserción social es real y que, mientras ésta no se produzca, cualquiera que sea el tiempo de privación de libertad, debe mantenerse la pena de prisión?".
En cualquier caso, concluye Marín, ante la enorme sensibilidad social sobre esta materia, conviene acabar con la sensación popular de que el "buenismo" como principio inspirador del legislador, termina premiando a los "malos" y castigando a los "buenos". Una vez elaborado el informe de la Comisión de Libertades y Justicia, sus conclusiones serán aportadas al Pleno del Consejo Asesor para su remisión a la Presidencia del PP-A.