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NO HAY DELITO

Castelldefels, archivado: fue "una imprudencia temeraria" de las víctimas

El Juzgado de Primera Instancia 1 de Gavá (Barcelona) ha archivado hoy las diligencias abiertas por el accidente en la estación tren de Castelldefels Playa, donde murieron 12 personas la noche de Sant Joan, por entender que el siniestro se debió a una actuación "imprudente y temeraria" de las víctimas.

Tras tomar declaraciones a los conductores, testigos y estudiar los informes periciales sobre el accidente, el juez concluye que no hay indicio de ningún hecho delictivo y que el apeadero de tren de Castelldefels Platja cumplía con la normativa vigente en materia de seguridad, iluminación y accesos.

El juez había incoado diligencias previas por el accidente entre las que figuraban la clonación y análisis de la caja negra extraída del tren, la remisión de información de los datos técnicos de la locomotora y su plan de mantenimiento, el atestado y el informe pericial de los Mossos d'Esquadra, la prueba negativa de alcoholemia y la declaración del conductor, y el informe de Adif.

En su interlocutoria, el juez asegura que tras la exhaustiva instrucción llevada a cabo solo se puede llegar a la conclusión de que el arrollamiento del tren se produjo por una "imprudencia" atribuible a los fallecidos.

El juez recuerda que la Ley Catalana Ferroviaria establece que está prohibido viajar en lugares diferentes a los destinados a los usuarios o en condiciones inadecuadas, siendo una de estas actuaciones bajar a las vías, que deben cruzarse por los lugares determinados a tal efecto. Por ello, el juez subraya que las víctimas cometieron una imprudencia al hacerlo.

También constata que el apeadero cumplía con las normas de seguridad, señalización e iluminación, y que la actuación del maquina del tren Alaris fue la debida y que la locomotora cumplía con las necesarias especificidades y requisitos técnicos.

El atestado de los Mossos concluye que la iluminación del apeadero era la correcta y estaban todas las farolas encendidas, y que el lugar habilitado para la salida había sido ampliado eliminando los sistemas de tornos.

Tras marchar el tren de Cercanías, un grupo mayoritario de gente comienza a cruzar la vía, de forma simultánea a que el tren Alaris percibía su presencia y de forma inmediata accionó la señas acústicas del tren y activó el freno de emergencia.

El tren, "pese a la rápida reacción del maquinista" y que circulaba a velocidad inferior a la máxima permitida --139 km/h cuando la máxima es 150--, no se pudo detener completamente hasta 39 segundos después.

La toma de declaración a diferentes testigos permite concluir que el paso subterráneo estaba plenamente habilitado, iluminado y señalizado.

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