Durante décadas, tal y como informa ABC, el caudal del Delta lo había decidido el Estado tras discutirlo en igualdad con las comunidades de la cuenca del Ebro representadas en la Confederación Hidrográfica (CHE). No obstante, Zapatero ha cambiado los términos de esa negociación al ceder ante las aspiraciones del tripartito, y la fijación del caudal ecológico se establecerá de forma bilateral entre la Generalidad y el Gobierno central.
De modo que Aragón está diseñando, según ABC, una contrapropuesta que haga frente al perjuicio generado por este cambio. La comunidad trata de hacer frente al descontento de los regantes, denunciada por el PP. Exigen que el Gobierno regional PSOE-PAR defienda los inteses de la Comunidad frente a las alianzas de Zapatero con Montilla.
El caudal ecológico del Delta está fijado en 100 metros cúbicos por segundo, pero la Generalidad aspira a tripicarlo, y quiere que ascienda hasta una cifra entre 270 o 350. Esto supone que anualmente entre 11.600 y 14.200 hectómetros cúbicos de agua deberían dejarse correr frente a los 3.150 garantizados ahora mismo.
Este incremento inutiliza el Pacto del Agua de Aragón, así como la reserva estratégica de 6.550 hectómetros cúbicos que le reconoce a la Comunidad su Estatuto Autonómico, según ABC. Aragón asegura que no aceptará de ninguna manera que el caudal se decida entre Gobierno y Generalidad.
De hecho, dicho acuerdo bilateral podría ser recurrido ante el Constitucional. El director del Instituto Aragonés del Agua, Rafael Izquierdo, dice que la Ley de Aguas "es tajante: los caudales ecológicos tienen que pasar por el Consejo del Agua de la Demarcación", lo que significa que debe ser negociados con todas las Comunidades.
No obstante, hace algunas semanas, menciona el diario, en el Congreso fracasó una importante votación al respecto: se intentó que el caudal del Delta siguiera siendo potestad del estado, con la participación en régimen de igualdad de todas las comunidades de la cuenca y no sólo Cataluña. Pero la moción no salió adelante al no contar con respaldo del propio PSOE, a pesar de ser una iniciativa enviada al Congreso desde las Cortes aragonesas (donde fue unánimemente aprobada en 2006).
La contrapropuesta aragonesa se basará, según ABC, en un estudio de un grupo externo de especialistas, cuyo trabajo ha sido encargado a través del Instituto Aragonés del Agua. El Gobierno regional lo aportará en la futura revisión del caudal. Además, la Confederación Hidrográfica del Ebro está realizando sus propios estudios para determinar cuánta agua debería llegar al Delta para unos mínimos ecológicos.