En general estoy muy en desacuerdo con la gestión que hace el gobierno de Esperanza Aguirre en educación, pero esta medida me parece muy buena idea.
En cuanto a las reacciones que despierte... En otros países se hacen cosas parecidas, pero aquí... ufff... se la van a tirar al cuello... Lo que se lleva ahora es la "escuela inclusiva", que no beneficia a ningún alumno y nos lo pone muy difícil a los profesores.
Me gustarí saber cómo va a seleccionar a los mejores profesores (espero que no sea sobre un concurso de méritos trucado, como pasa con los concursos de traslados y la fase de consurso de las oposiciones), y si éstos van a cobrar más, o lo mismo que en un instituto normal. Pero me imagino que esta información ya la iremos sabiendo.
En todo caso, esto me parece un buen paso.
Es la única persona que sería capaz de poner a España en orden.
Si se aplicara a las competiciones atléticas el concepto que la izquierda tiene de la educación, todos los atletas llegarían último.
Y no pasa nada si un colegio tiene todas sus clases formadas por "alumnos excelentes", ese debe ser el objetivo, pero competir entre ellos no es negativo, los forma y los educa en la vida real..., lo que está claro es que los más molestos, gamberros, etc... deben estar separados de los más estudiosos, y no repartidos hasta que no quede ni una clase sana...
Se equivoca, a mi juicio, la Señora Aguirre con medidas como ésta. Y conste que no discrepo por razones electoralistas, políticas o de enfrentamiento personal. Lo hago por razones profesionales, de calidad, libertad e igualdad. Me surgen muchas dudas. Una de ellas, es si la excelencia ya no será posible en centros públicos, donde no se toman medidas adecuadas de atención a los alumnos con problemas de rendimiento y comportamiento que lastran la posibilidad de impartir una clase nornal. Aunque no le resulte adecuado, ¿por que no se hace al revés?. De un Instituto de 700 alumnos, sáqueme a 50 alumnos muy problemáticos con un curriculum y medios adecuados a su problemática. Con ello se consiguen dos cosas, que los que queden, la gran mayoría, pueda dar clase y quizás llegar a la excelencia y dar una atención singular a estos alumnos difíciles hasta que sea posible su integración. No quiero excelentes egoistas sino excelentes que sepan convivir con alumnos menos dotados a los que puedan animar a ir hacia arriba. Así nos va, si los presuntos mejores, lo son solo para ellos o su tribu. Ni igualitarismo socialista ni elitismo egoista. Mejor, dar a cada uno lo suyo, pero viviendo en sociedad. Un respetuoso saludo de quien le dijo en su día al PP como nombrar una ley, y qué principios, hechos por profesionales y profesionalmente, debían estudiar para redactarla, de la que no tenían aún el borrador...
Una gran idea, es más, desde los diez años se debería clasificar en todos los colegios a los alumnos de cada curso, según las calificaciones obtenidas el año anterior, de manera que podría haber clases con 40 alumnos sin ningún problema (las de los más estudiosos), y otras con tres o cuatro alumnos..., es un error querer igualar a todos por abajo, la vida no es así, ni para los jóvenes, ni para los adultos..., la realidad de un mundo muy competitivo es lo que les espera a todos ellos..., la pedagogia sociatera y progre, como en los demás aspectos de la vida, tampoco funciona en la educción...
Ufff supongo que la izquierda ya tiene otro "motivo" para ponerla a parir. ¿Qué es eso de igualar a los chicos por arriba en lugar de por abajo como hasta ahora?
Es lo lógico, es España gracias a los sociatas SOLO se atienden a aquellos alumnos de menor nivel JAMAS a los que sobresalen.
En mi opinión debería realizarse el siguiente filtro:
1. Alumnos "normales" el 70%-80% de la población es decir desde un nivel x hasta un nivel y. Dentro de la campana de Gauss.
2. Alumnos con necesidades especiales, aquellos que no llegan al nivel x.
3. Alumnos con necesidades especiales bis, aquellos que estan por encima del nivel y.
Cada tipo de alumno tiene unas necesidades DIFERENTES y de ese modo no se dejaría tirado a nadie.
Si hombre sí, la dejas niquelá, impoluta, sin una sola mancha ni un solo roto. (Siempre se ha dicho que es mejor dar la razón a los que la han perdido).
En cambio, los que se consideran progresistas, envían a sus hijos a coleios para excelentes mientras condenan a los de "la plebe", a la promoción a la inversa.