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Agua del Jordán, pila de Santo Domingo de Guzmán y música de Galapagar

La Infanta Leonor ha sido bautizada este sábado en una ceremonia en la que se ha utilizado la pila del siglo XII de Santo Domingo de Guzmán, reservada para príncipes e Infantes. Como es tradición en la Familia Real española, sobre la cabeza de la primogénita de los Príncipes de Asturias se ha derramado agua del río Jordán, traída a España desde Tierra Santa para la ocasión.

La Infanta Leonor ha sido bautizada este sábado en una ceremonia en la que se ha utilizado la pila del siglo XII de Santo Domingo de Guzmán, reservada para príncipes e Infantes. Como es tradición en la Familia Real española, sobre la cabeza de la primogénita de los Príncipes de Asturias se ha derramado agua del río Jordán, traída a España desde Tierra Santa para la ocasión.
L D (Agencias) La pila de Santo Domingo de Guzmán, de piedra blanca y adornos de plata y considerada una joya del románico, fue utilizada por primera vez en un bautizo regio en el siglo XVII, con el hijo de Felipe III, que reinaría como Felipe IV de la Casa de Austria, y, por tanto, antes de la llegada al Trono español de la Casa de Borbón. El Heredero de la Corona, el Príncipe de Asturias, y sus hermanas, las Infantas Elena y Cristina, también recibieron las aguas del bautismo en esta pila con adornos dorados que representan las armas reales y los escudos de la orden de los Dominicos, y que se custodia en el Monasterio de Santo Domingo el Real, en Madrid.

Siguiendo la tradición de la Familia Real española, sobre la cabeza de la Infanta Leonor se ha derramado agua del río Jordán, traída a España desde Tierra Santa para tan histórica ocasión. El pasado 17 de octubre, el fraile franciscano Ovidio Dueñas entregó varios envases con agua del Jordán al Cónsul General de España en Jerusalén y en los territorios palestinos, José María Ferré, quien los remitió a España, a la Casa Real.

La ceremonia religiosa del bautismo se prolongó durante una hora y terminó poco antes de las dos de la tarde. Los Reyes fueron los padrinos de la pequeña, en un acto que celebró el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio Rouco Varela, asistido por el arzobispo castrense, monseñor Francisco Pérez, y que tuvo lugar en el vestíbulo del Palacio de la Zarzuela.

Además de las Familias de Don Felipe y Doña Letizia, asistieron a la ceremonia las altas instituciones del Estado, encabezadas por el el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y altos cargos de la Casa del Rey.
 
El Príncipe de Asturias fue el encargado de hacer la lectura litúrgica. El Heredero al trono leyó en primera lectura un fragmento del Profeta Ezequiel, concretamente los versículos del 24 al 28 del capítulo 36. La música fue interpretada por el Coro de las Religiosas Hijas de Santa María del Corazón de Jesús de Galapagar.

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