L D (Agencias) La presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y el consejero Güemes ha acudido al Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda (Madrid) para visitar al primer bebé nacido en estas instalaciones. En las últimas semanas el consejero de Sanidad ha sido abucheado e increpado por los sindicalistas cada vez que ha visitado un centro médico.
En el caso del Puerta de Hierro, la paciente Pilar Baeza, que ingresó el pasado viernes por un "problema menor", ha abandonado su habitación para unirse a la protesta y ha dicho a Efe que su vida "ha corrido peligro" porque es diabética y no ha recibido la medicación correcta. "Como el sistema informático no ha funcionado, casi me mandan al otro barrio porque no me pusieron los sueros que había ordenado el médico", ha relatado la paciente.
Además ha dicho que las habitaciones son un desastre: "No hay calefacción, ni teléfono público ni televisión; esto lo han diseñado como un hotel, no tenían ni idea de que iba a ser un hospital", se ha lamentado Baeza. Sin embargo otras personas que han visitado el hospital han confirmado a Libertad Digital que todas las habitaciones cuentan con televisión de pantalla plana y teléfono.
Los miembros de los sindicatos UGT y CC.OO han abordado a Güemes por los pasillos del hospital para pedir su dimisión, mientras que los pacientes se quejaban del mal funcionamiento del mismo.
El representante de CCOO Dioni Chicharro ha afirmado que "al hospital le faltan seis meses para funcionar correctamente" y asegura, además, que los trabajadores han tenido que trasladar en sus propios coches el material sanitario desde el antiguo centro. "No hay sillas de ruedas y los materiales con los que está hecho el edificio son tan malos que empiezan a caerse", ha denunciado el portavoz sindical.
También ha asegurado que unos doscientos profesionales han sido despedidos y que "hay tantas empresas de gestión privada que es imposible que se pongan de acuerdo". Los sindicalistas han increpado y abucheado al consejero, han denunciado la situación del hospital y han exigido su dimisión, pero no se han producido altercados como los ocurridos la semana pasada cuando Güemes visitó el Hospital Clínico San Carlos, que acabó con tres trabajadores detenidos y varios contusionados.
Por su parte, el consejero ha dicho que las protestas son "muy aisladas, comprensibles, respetables y legítimas", pero que "se podrían expresar con más serenidad". Además ha asegurado que el traslado al hospital "se está haciendo paulatinamente" y que los servicios "están funcionando correctamente, aunque haya problemas en el arranque, como es natural".
En el caso del Puerta de Hierro, la paciente Pilar Baeza, que ingresó el pasado viernes por un "problema menor", ha abandonado su habitación para unirse a la protesta y ha dicho a Efe que su vida "ha corrido peligro" porque es diabética y no ha recibido la medicación correcta. "Como el sistema informático no ha funcionado, casi me mandan al otro barrio porque no me pusieron los sueros que había ordenado el médico", ha relatado la paciente.
Además ha dicho que las habitaciones son un desastre: "No hay calefacción, ni teléfono público ni televisión; esto lo han diseñado como un hotel, no tenían ni idea de que iba a ser un hospital", se ha lamentado Baeza. Sin embargo otras personas que han visitado el hospital han confirmado a Libertad Digital que todas las habitaciones cuentan con televisión de pantalla plana y teléfono.
Los miembros de los sindicatos UGT y CC.OO han abordado a Güemes por los pasillos del hospital para pedir su dimisión, mientras que los pacientes se quejaban del mal funcionamiento del mismo.
El representante de CCOO Dioni Chicharro ha afirmado que "al hospital le faltan seis meses para funcionar correctamente" y asegura, además, que los trabajadores han tenido que trasladar en sus propios coches el material sanitario desde el antiguo centro. "No hay sillas de ruedas y los materiales con los que está hecho el edificio son tan malos que empiezan a caerse", ha denunciado el portavoz sindical.
También ha asegurado que unos doscientos profesionales han sido despedidos y que "hay tantas empresas de gestión privada que es imposible que se pongan de acuerdo". Los sindicalistas han increpado y abucheado al consejero, han denunciado la situación del hospital y han exigido su dimisión, pero no se han producido altercados como los ocurridos la semana pasada cuando Güemes visitó el Hospital Clínico San Carlos, que acabó con tres trabajadores detenidos y varios contusionados.
Por su parte, el consejero ha dicho que las protestas son "muy aisladas, comprensibles, respetables y legítimas", pero que "se podrían expresar con más serenidad". Además ha asegurado que el traslado al hospital "se está haciendo paulatinamente" y que los servicios "están funcionando correctamente, aunque haya problemas en el arranque, como es natural".