Frontal es la oposición de El Mundo, que titula con dureza a las cinco columnas que tiene su portada: "El juez excarcela al torturador de Ortega Lara tras visitarle en su lecho". Muy bien usado el término "torturador", que ya está bien de difamar a los pobres carceleros, gente con un trabajo necesario y que se puede ejercer con gran dignidad.
El editorial incide, como lo hace también el de Libertad Digital, en el carácter político de la decisión, señalando que "la resolución es judicial, sí, pero tomada a instancias del Gobierno, que fue quién clasificó a torturador de Ortega Lara en tercer grado. (...) Y esa decisión – remacha más adelante – es política".
Olvidémonos por un instante de cuestiones tan sórdidas y regocijémonos con la entrevista que llena la contraportada del periódico de Unidad Editorial con el filósofo, pensador e intelectual Miguel Bosé, ejem. El autor de Don diablo nos alerta sobre varias cosas, desde el peligro que corre "la cultura" por la subida del IVA hasta asuntos profundos como "todo lo que sea sentir es salud para el cuerpo y para el alma. Pero parece que no quieren que haya acceso a los buenos rollos".
Unos párrafos más allá nos alerta, advierte o, quién sabe, amenaza: "El 15-M y los movimientos similares van a tener las riendas de este país y de todo el planeta". Y para que no quede palo progre que tocar, acabamos criticando Eurovegas: "Que me avisen cuando lo pongan, que me voy a Portugal". Sr. Adelson, venga ya.
Los responsables de El País consideran que la noticia sobre que "Andalucía se ve abocada al rescate ante el cierre del crédito bancario" – los bancos, esos entes malvados que se niegan a dejarle el dinero a administraciones insolventes – es más importante que lo de Bolinaga, tema relegado a la columna de salida: "El juez concede la libertad condicional al secuestrador de Ortega Lara".
Sí merece el asunto un editorial, que por supuesto surfea por la cuestión porque no hay nada tan humanitario como ser bueno con los malos: "Si no hay riesgo de que vuelva a practicar el terrorismo y se le imponen limitaciones a su conducta fuera de la prisión, acceder a que alguien que no vivirá mucho pueda morir en su casa es propio de una sociedad civilizada". A las víctimas, por supuesto, ni las mencionan.
ABC reacciona con dureza a la boliganada, pero prefiere abrir con una insulsa imagen sobre los precios: "La gasolina dispara el IPC al 2,7% en vísperas de la subida del IVA".
El titular para lo del etarra es contundente: "Libertad para el asesino Bolinaga" pero lo mejor es el editorial, impecable de la cruz a la fecha. "Excarcelación incomprensible" es el título elegido y la argumentación es excelente: "Una enfermedad, por grave que sea, no redime la culpa de un asesino implacable, feroz secuestrador, que estuvo a punto de dejar que Ortega Lara muriera (...). No hay criterio humanitario que obligue a ahorrar a Bolinaga un solo minuto de cárcel mientras médicamente no sea imprescindible". Amén.
La Razón sí considera en portada que el tema de Bolinaga es el más importante del día: "El juez da la libertad ‘a quién no tuvo piedad con sus víctimas’", dice reproduciendo parte del auto del juez.
En el editorial sorprende, y mucho, encontrarse con un francamente intranscendente texto sobre la subida del IVA, pero viendo el "puntazo" que se le dedica al asunto Bolinaga entendemos por qué: bastante cabrearán con eso a sus propios lectores. En primer lugar porque suponemos que poco les gustará leer que "la decisión del juez Castro de concederle al terrorista Bolinaga la libertad condicional debe ser acatada"; pero cuando sigan y lleguen a "el fiscal puede recurrir, aunque lo razonable tras el auto del juez es que desistiera" igual se les quitan las ganas de seguir leyendo el periódico. A nosotros nos ha pasado.
Muy combativa, como viene siéndolo en los últimos tiempos, La Gaceta, que habla de "escándalo judicial" y recuerda en su titular principal que "El Estado facilitó 429 tratamientos contra el cáncer a presos enfermos como Bolinaga".
El editorial también incide en el carácter político del asunto: "La cuestión de fondo sigue siendo la misma: el Gobierno ha tomado la decisión de conceder la libertad condicional a este asesino y secuestrador, pudiendo legalmente haber tomado la contraria".
El editorial pide, como hacemos casi todos los demás, explicaciones al respecto. Mucho nos tememos que nos vamos a quedar igual.