El alcalde de Marinaleda continúa en su actitud desafiante con el Gobierno. Además de insultar al ministro del Interior y negarse a acudir a la citación judicial que la Policía le ha entregado; el comunista se descuelga ahora imponiéndole condiciones al Gobierno para dejar de saquear supermercados, como ha anunciado que haría.
En una entrevista en ABC, Sánchez Gordillo continúa relacionando lo que él llama el "saqueo de los banqueros" con su robo en los dos supermercados. "Si se hubiera metido mano a esto no había que ir a los supermercados", señala, insistiendo machaconamente en que fue solo un "acto simbólico" y que no es "un robo" porque no ha buscado "su beneficio".
"Esos carros no representan ni el 1% de lo que los híper tiran a diario por caducidad", señala y plantea su pulso al Ejecutivo: "Si el Gobierno no quiere que demos más la lata, firmo mañana un pacto con el de Madrid y Andalucía". Él mismo explica los detalles del acuerdo: "Si cuando un producto cinco días antes de que vaya a caducar se lo da a Cáritas o Cruz Roja, mañana ya no iríamos al súper. Que lo recoja por decreto. El que lo compra no coge el que le quedan cuatro días para que se agote", concluye.
No obstante, el comunista no se muestra muy confiado de que el Ejecutivo se pliegue a sus exigencias, y unas líneas más adelante vuelve a señalar que seguirán saqueando porque: "Seguiremos si no hacen nada para remediarlo con nuestras peticiones porque hemos tocado la tecla que molesta".
Por otro lado, Gordillo pasa de puntillas por otra de las polémicas que protagonizó al salir en una fotografía con unos ciudadanos vascos, frente a una pancarta en la que se pedía la vuelta de los presos etarras al País Vasco. El alcalde andaluz dice que la polémica surgió porque "viene de una foto que vino la hija del Ché a Marinaleda. Había unos chavales del País Vasco y se puso una pancarta delante de los presos de ETA y me crucificaron cuando salió en Twitter", indica, sin aclarar realmente su posición en el asunto.
En la entrevista, Gordillo reitera que sus referentes son el Ché Guevara, Hugo Chávez, Castro, pero también "Gandhi, Cristo o los anarquistas". Cuando se le pregunta al alcalde si no "caen" en el capitalismo que critican cuando venden aceite y otros productos agrícolas en Marinaleda, contesta que "Yo no soy un ángel ni la gente de Marinaleda son espíritus puros que no comen ni beben. Tienen que comprar, vender en el terreno que están".