El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido recibido con un sonoro abucheo a su llegada al Palacio de Congresos de Ávila donde ha participado en un debate con el cardenal Antonio Cañizares sobre el humanismo en el siglo XXI, organizado por la Universidad Católica de Ávila y el diario La Razón. Al ser presentados los dos ‘contrincantes’, Cañizares fue recibido con un aplauso, mientras que Zapatero provocó gritos y expresiones de desaprobación de gran parte del público.
El cardenal Cañizares tuvo que pedir a los asistentes que les dejasen hablar a ambos: "Pido que nos dejen hablar a los dos, quienes no nos dejen hablar a los dos, se han equivocado de lugar", ha indicado, al tiempo que ha remarcado que "el humanismo exige respeto a las personas".
También tuvo que intervenir el director de La Razón y moderador del debate, Francisco Marhuenda, para pedir calma a los asistentes ante la intensidad de los abucheos. Marhuenda evocó el debate que mantuvieron Joseph Ratzinger, antes de ser el Papa Benedicto VI, y el filósofo Jurgen Habermas.
Abucheado en numerosas ocasiones
Una vez iniciado el debate, el expresidente del Gobierno ha sido interrumpido por los abucheos del auditorio en numerosas ocasiones. Francisco Marhuenda ha tenido que intervenir varias veces para pedir silencio.
En su discurso inicial, Zapatero ha hecho hincapié en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y ha apostado por que se produzca la separación entre la Iglesia y el Estado, "no la hostilidad", porque así "se garantiza mejor la identidad religiosa". Por otro lado, Zapatero ha reconocido la "incidencia decisiva" del cristianismo en la Historia de Europa. "Ignorarlo es de ignorantes", ha agregado. Al concluir su ponencia inicial, volvió a ser abucheado.
El cardenal Cañizares ha dicho que "la Iglesia no pretende nada para sí" y que aporta la fe, algo que "tiene repercusión en la vida pública". El religioso ha agregado que hay "realidades absolutas y absolutizadoras" que hay que tener en cuenta si queremos una sociedad pacífica.
¿Crisis económica o crisis de valores?
Cañizares considera que Europa ha olvidado sus orígenes y sus valores "base" –el hombre, la familia, la verdad, la herencia cultural cristiana y greco-latina...-, y que los padres de la Unión Europea no querían "una Europa de los mercaderes y de las relaciones económicas". El cardenal ha denunciado una "crisis de valores", donde ha primado el "derroche, el despilfarro y el consumo".
Por su parte, Zapatero ha dicho que la economía contemporánea "ha generado excesos", y que "se ha tenido una fe excesiva en la capacidad del sector financiero". Tras pronunciar esta frase, un fuerte murmullo ha interrumpido al expresidente del Gobierno. Y es que Zapatero, fue el mismo que dijo hace tan solo unos años que España tenía el mejor sector financiero del mundo. En 2008, en Nueva York, declaró que España contaba "quizá" con el "sistema financiero más sólido de la comunidad internacional". En dicha cita, presumió de que no existían las hipotecas subprime y ensalzó al supervisor, el Banco de España. Dijo que había realizado su labor "con rigor y con una exigencia superior a la de cualquier otro banco central". Al retomar su discurso, apostó por una "unión fiscal" europea, parecida a la Reserva Federal estadounidense.
"La democracia es conciencia"
Cañizares ha dicho que hay "gente" y "poderes" que están empeñados en que desaparezca la Europa "con las raíces que la sustentan", agregando que "no hay democracia sin conciencia, sin asentamiento de principios del bien y del mal, sea del credo que sea".
Zapatero, de acuerdo con el cardenal, ha dicho: "Es más: la democracia es conciencia". Cuando ha pronunciado esta frase, el expresidente ha vuelto a ser abucheado.