Pedro Arriola, sociólogo y gurú electoral de Aznar en 1996 y Mariano Rajoy en 2011, creador de la tendencia arriolista que ha definido la política española, pone fin a su silencio en Crónica de El Mundo. Hasta ahora ha sido el hombre en la sombra tras el PP, y la entrevista concedida al diario es la primera en 23 años.
Dice Arriola que no se mete en la política de comunicación del Gobierno y mucho menos en asuntos políticos. Sus dos clientes han acabado llegando a la Moncloa. "Al final al puente de mando llegan los que tienen que llegar, es casi una selección darwiniana...". De su cosecha fue el discurso de investitura de Rajoy y la reforma de la Constitución para poner tope al déficit.
De Rajoy, dice que "sí habla, tiene presencia en el Parlamento, lo que pasa es que no tanto como los medios piden, unos medios muertos por el cambio tecnológico que exacerban la opinión, buscan el follón permanente... Ahí está el icono Mourinho... Importa más lo que dice que lo que hace.... No le van a marcar el paso al presidente".
Arriola dice no haber recibido nunca un euro del erario público y que sólo le preocupa "la opinión de su cliente". "Ahora la crisis se lo come todo, pero mi cliente (Mariano Rajoy) volverá a ganar las elecciones". Una crisis, dice, que se hubiera producido igual sin las subprime. "Nuestro gran problema es la falta de competititidad y la crisis de deudas, pero las familias y las empresas están devolviendo sus créditos".
Preguntado sobre si arderá la calle en España, Arriola considera en Crónica que la situación "es grave pero se puede recuperar el nivel de empleo, con esfuerzo, sacrificio e inteligencia". El gran problema de España, dice, es que "un millón largo de jóvenes abandonaron sus estudios para ganar 2.200 euros en la construcción y ahora no tienen nada que hacer..."
Ahora, "Rajoy trata de taponar la herida para que el enfermo no se vaya. Pero no se puede olvidar que el Plan de Estabiliad lo firma ZP... y hay que cumplirlo sí o sí". "Las cosas están mal pero están acotadas, y tras el ajuste vendrá la recuperación, seguro".
Arriola considera también que la situación de España no es comparable a Grecia. "Habrá incendios, sin duda, pero no se incendiará la calle. Aquí hay dos colchones fundamentales, los 30.000 millones en desempleo y las familias...". A su favor, Rajoy "tiene dos enromes cartas en su manga: cuenta con mayoría absoluta y tiempo, mucho tiempo por delante..."
De Rajoy, asegura que "escucha y escucha bien" y que pasará "a la Historia como una persona seria". Pregunta por qué sigue siendo rechazado por un sector de la derecha, Arriola asegura que "bien, Mariano no hace caso a ese sector. Es persona centrada, nada doctrinario, pragmático".
Arriola, sobrino del poeta Juan Ramón Jiménez y marido de Celia Villalobos, coincidió en una cena con Aznar en 1987, que le convenció para preparar textos e interpretar encuestas. "Siempre le vi como el hermano menor que nunca tuve... Tenía una seguridad aplastante y una determinación brutal después de tomar una decisión". Y asegura que "tenía visión global, no era nada burocrático pese a ser inspector fiscal, agradecía la ayuda y era persona cabal. Acabamos siendo amigos, pero yo siempre apelo a la separatividad. Un asesor tiene que huir de la afectividad con el cliente.