Elena Valenciano, actual vicesecretaria general del partido y mano derecha de Rubalcaba, aparece retratada en un perfil en el diario El País. La diputada es descrita en el texto como una mujer absolutamente "entregada" al partido, razón por la cual "ni siquiera", dice el artículo, ha terminado sus estudios universitarios.
En el currículum de su página web personal aparece la difusa frase "tener estudios...", que induce a error, pues hace pensar que tiene las licenciaturas de Derecho y Ciencias Políticas, cuando en realidad no terminó ninguna de las dos.
Valenciano se justifica en El País asegurando que "pone que tengo estudios, no títulos. Empecé Derecho y luego me pasé a Políticas. No terminé, pero solo me faltan dos asignaturas de Estadística. La verdad es que me aburría y ahora me da pereza acabar. Algunos de los profesores que tuve en Políticas están ahora aquí, en el partido".
Se da la circunstancia de que en su currículum del Parlamento Europeo sí figura que es licenciada en Derecho y Ciencias Políticas. Según ese segundo documento en la red, en el que figura el año 1980 como fecha de finalización de las dos carreras, Valenciano –que nació en 1960- tenía ya dos licenciaturas cuando sólo contaba veinte años, como subrayó en su blog el periodista Santiago González.
En la entrevista, Valenciano se define como "una persona decidida" que no le da "demasiadas vueltas a las cosas", más amiga de "actuar" que de dudar. "Tengo un punto de mal genio, pero es del bueno, del que se saca fuera y no deja marcas, secuelas o rencores". Rubalcaba se deshace también en elogios: "Somos amigos desde siempre porque es inteligente, valiente y honesta, pero ha sido en esta durísima campaña cuando se me ha revelado como una persona imprescindible".
Valenciano reconoce en la entrevista que tras la dura derrota electoral, ahora mismo "en el partido no hay ambiente. Hombre, claro que nos reímos, pero hablo de reírse a carcajadas, de no poder parar y terminar llorando de risa". La diputada dice que está en el PSOE desde tan joven debido al impacto que le causó Felipe González. "Era un líder apabullante, atractivo, interesante, pedagógico, un héroe, de esos que ya no existen".