El hombre, en complicidad con su madre, estranguló a la víctima, de 28 años e identificada únicamente por su nombre, Storai, ayer domingo en la aldea de Mhasili, tres meses después de que ella diera a luz a la niña, según informa Europa Press.
La Policía ha detenido a la suegra de la fallecida, pero el marido, miembro de una milicia local, sigue huido de la Justicia, probablemente protegido por sus compañeros de armas. "La presencia de los milicianos es un gran problema y nos será difícil detenerlo", declaró el jefe de la Policía de Kunduz, Sufi Habib.
La presidenta del departamento de asuntos sobre la mujer de Kunduz, Nadera Geya, ha advertido de que este caso es un ejemplo más de la violencia contra las mujeres en el país.
El pasado mes de noviembre, los cinco miembros de una familia –los padres y tres hijos– de la misma provincia afgana fueron atacados con ácidos corrosivos después de negarse a entregar a su hija en matrimonio a un hombre al que consideraban un irresponsable. La Policía detuvo posteriormente al pretendiente y a sus tres hermanos.