El obispo de San Sebastián apuesta por abordar el fin de ETA sin marginar a las víctimas y pide que no se cometan más injusticias con ellas. Además, ha considerado que se ofendería a las víctimas de ETA si se las convocara a encuentros que mezclaran situaciones "muy dramáticas, pero diferentes".
En una entrevista concedida a Radio Euskadi, recogida por Europa Press, monseñor Munilla ha manifestado que "la Iglesia está llamada a ser instrumento de paz en medio de la sociedad y, para ello, propugna el encuentro y el diálogo".
No obstante, ha precisado que ese diálogo no puede "orillar a las víctimas, que son la parte más débil". "Si por alguien la Iglesia tiene que tener una opción preferencial es por los más débiles, es por las víctimas del terrorismo", añadió el prelado guipuzcoano.
"Abordar el fin de ETA marginando a las víctimas, sería tanto como afrontar la violencia doméstica sin escuchar el grito de las mujeres maltratadas", ha añadido.
Por ello, ha dicho que, desde ese punto de vista, "es normal que la Iglesia llame al diálogo, llame a la reconciliación, pero diciendo: 'No cometamos más injusticias con las víctimas del terrorismo'".
El prelado ha señalado que "es obvio" que existe "una deuda muy grande hacia ellas" y se ha tardado "mucho en reaccionar a nivel social", no sólo por la Iglesia, sino por la sociedad en general. "Tenemos que tener cuidado de no difuminar el concepto de víctima porque ofenderíamos a las víctimas si intentásemos convocarlas a encuentros en los que se mezclasen situaciones muy dramáticas, pero diferentes todas", ha añadido.
José Ignacio Munilla ha recordado que los obispos vascos el año pasado firmaron una carta pastoral sobre la crisis económica y ahora se está preparando una sobre el tema de ETA. Sin embargo, ha apuntado que antes "va a haber unos gestos inmediatos como es un encuentro por la paz y reconciliación en el inicio de Cuaresma y algunos otros gestos".