La delegada de Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, ha asegurado este jueves que ella no hubiera permitido un asentamiento de dos meses en la Puerta del Sol, en referencia a la acampada que se estableció en el centro de Madrid a raíz del Movimiento 15-M, ni tampoco que no se cumpliera la resolución de la Junta Electoral Central que no permitía concentraciones en jornada de reflexión.
Preguntada por estas cuestiones en una entrevista en Telemadrid y recogida por Europa Press, la delegada, no obstante, ha dicho que no quiere "prejuzgar" la actuación de sus predecesoras porque entiende "que tomar determinadas decisiones en un momento dado es complicado y, sobre todo, hay que conocer las circunstancias".
"No sé si hubiera ordenado una intervención policial pero lo que sí que sé es que probablemente no hubiera permitido un asentamiento de dos meses en pleno Madrid, en plena Puerta del Sol, con el perjuicio que eso ha causado a los comerciantes, a muchos de los cuales han arruinado, y con el perjuicio que ha provocado a todo el vecindario y a la ciudadanía", ha dicho.
Tras insistir de nuevo en que eso "no lo hubiera permitido", también se ha referido a la resolución judicial de la Junta Electoral Central "que prohibía esa concentración en una jornada de reflexión". "Las resoluciones judiciales están para cumplirlas por parte de todos los ciudadanos, aquí no hay ciudadanos de primera y de segunda o ciudadanos que se puedan saltar las resoluciones judiciales y otros que no", ha dicho.
Así, ha recalcado que eso no lo hubiera permitido "porque realmente en un Estado de Derecho hay que respetar las jornadas electorales y la jornada de reflexión". Cifuentes se ha referido al movimiento 15-M que, a su juicio, "tiene todo el derecho del mundo a expresarse y a indignarse", pero ha defendido que "frente a la indignación, democracia en las urnas".
Tras tratar también el movimiento 'okupa', del que ha dicho que no se puede "permitir" que queden "de manera impune" quienes ocupan ilegalmente una propiedad de un particular, Cifuentes ha recordado también el conflicto que se generó cuando se autorizó desde la Delegación una marcha antipapa al mismo tiempo que se celebraba en Madrid la Jornada Mundial de la Juventud.
Cifuentes ha asegurado que el derecho a manifestarse "hay que protegerlo" pero también hay que "preservar el orden público". "Es compatible el derecho a manifestarse y protestar con el orden público", ha señalado la delegada de Gobierno, que ha tildado esa decisión concreta de "disparate".
"Me parece un disparate haber autorizado en plena celebración de la JMJ, donde podía haber habido un problema -por aglomeración de gente- el permitir por el epicentro de Madrid una manifestación que era claramente contraria a todo aquello. Esa actuación no se debería haber permitido, así de claro te lo digo", ha sentenciado.