Un hombre de 33 años, Christophe Champenois, acabó con la vida de su hijo Bastien, de 3, al meterlo unos minutos en la lavadora por haberse comportado mal en la guardería.
Tanto Christophe como su esposa Charlene fueron detenidos en la localidad de Germigny-l’Eveque, al norte de Francia. El padre de Bastien ha sido acusado de asesinato y la madre, que tiene otros siete hijos, de negligencia.
Christophe introdujo al niño en el tambor de la lavadora, puso en marcha la máquina, y dejó a Bastien en su interior varios minutos. Cuando lo encontró su madre, el niño estaba congelado. Después, Charlene corrió a casa de una vecina a pedir ayuda, diciendo que el niño había caído por las escaleras.
Por su parte, la vecina contó a los medios que tocó al menor y todos sus miembros parecían rotos, "como una muñeca de trapo". "Escuché su corazón latir por última vez y después murió", agregó.
Los servicios sociales los vigilaban
Según informa Le Parisien, la familia estaba bajo vigilancia de los servicios sociales desde el año 2006. A pesar de todo, en todos estos años nadie alertó de nada inusual ni sospechoso en el entorno de los Champenois. "Estaban en seguimiento periódico, gozaban de buena salud y no hay ningún informe de abuso o malos tratos", declara una fuente al diario francés.