Los hechos ocurrieron en un vuelo entre el aeropuerto londinense de Stansted y Riga. Cuando aún estaban en tierra, los pasajeros observaron, incrédulos, cómo técnicos de mantenimiento de la compañía estaban tratando de sellar la ventanilla del piloto con cinta aislante, informa The Sun. La imagen fue captada por uno de ellos y está circulando con rapidez por la red.
El remedio no funcionó: después de despegar sin problemas, a los veinte minutos el piloto anunció que regresaban a Londres. La cinta adhesiva había cedido.
La compañía ha emitido un comunicado en el que evita entrar en la polémica, alegando que no entrarán a comentar "las cuestiones técnicas rutinarias" y que todos los vuelos de Ryanair cumplen todas las normas de seguridad.