Los investigadores Steven Naifeh y Gregory White Smith han llegado a la conclusión de que el pintor holandés Vincent van Gogh no se suicidó, sino que murió de forma accidental al recibir un disparo de dos jóvenes. Así lo explican los autores en el libro "Van Gogh, la vida".
El pintor murió de un disparo a los 37 años. Debido a sus antecedentes de problemas psiquiátricos, que le llevaron a cortarse una oreja, hasta ahora se creía que el propio pintor se disparó a sí mismo en el pecho. Sin embargo, los autores aseguran que fueron otros dos chicos los que, accidentalmente, acabaron con su vida.
Naifeh y Smith consideran que era imposible que Van Gogh se disparara a sí mismo y luego caminara más de un kilómetro hasta la pensión donde murió dos días después. Además, tampoco es probable que el pintor tuviera armas con sus problemas psiquiátricos.