Los nacionalistas han salido en tromba en las últimas semanas en defensa de la inmersión lingüística y para ello no han dudado en insultar, por ejemplo, a los andaluces y a los niños del resto de comunidades, tal y como hizo el mismo presidente de la Generalidad, Artur Mas. Entre sus argumentos aseguran que los alumnos catalanes manejan el castellano igual que el resto de alumnos y que sus notas son las mismas en esta lengua que en el resto de España.
Sin embargo, Francisco Caja demuestra en La Voz de Barcelona las mentiras esgrimidas por los nacionalistas y evidencia la realidad de los alumnos catalanes con respecto al castellano. Todo parte de los informes a los que se acogen las autoridades catalanas para defender la inmersión: el PISA y la Evaluación General de Diagnóstico. Mediante estos documentos que se adjuntan se demuestra lo escandaloso de la situación puesto que las pruebas que remite la Generalidad para defender que los niños hablan bien en castellano fueron realizadas por los alumnos única y exclusivamente en catalán. Es decir, evidenciaban el conocimiento del catalán y no del castellano, tal y como intentan vender los defensores de la inmersión.
En opinión de Caja, las autoridades catalanas mienten "y saben que mienten". En estos escritos de la misma Generalidad se puede ver claramente que en Cataluña no se evalúa el nivel de castellano y sí el de catalán por lo "es difícil, imposible, decir que los alumnos de Cataluña saben incluso más castellano que los niños del resto de España".
(Documento de la Generalidad sobre el informe PISA)
Para demostrar estas mentiras, la información de La Voz de Barcelona recoge una entrevista a la consejera de Educación, Irene Rigau en El Mundo. Ésta aseguraba que como había quedado demostrado "en el informe PISA, los alumnos llegan con un conocimiento correcto del catalán y del castellano al acabar el Bachillerato. El conocimiento del castellano de los alumnos catalanes es exactamente el mismo que el de los alumnos de las Comunidades Autónomas monolingües".
En este sentido, queda en evidencia mediante el escrito de la Generalidad que el informe PISA 2009 evaluó la comprensión lectora de los escolares exclusivamente en catalán, dejando de nuevo en muy mal lugar a la consejera de Cultura.
Del mismo modo, otro de los argumentos de los nacionalistas es el esgrimido por el portavoz de la Generalidad, Francesc Homs, que recientemente declaró que "en la prueba de competencias lingüísticas, el sistema educativo catalán ocupó la novena plaza de las 17 comunidades, con 503 puntos, ligeramente por encima de la media utilizado como nivel de suficiencia, una nota que demuestra, a su juicio, que los alumnos cuentan con un nivel suficiente de catalán y castellano".
Pero como demuestra el documento que aparece a continuación, la puntuación a la que se refiere el portavoz del Ejecutivo de Artur Mas únicamente se refiere al nivel de catalán puesto que la prueba en Cataluña no evaluó en ningún momento el castellano. Y es que en el resto del país si se examinó en castellano pero no así en la comunidad gobernada ahora por CiU, que como detalla el documento de la Generalidad.
(Documento que muestra que la evaluación fue en catalán)
Lo cierto es que los últimos datos que muestran el conocimiento del castellano de todos los escolares de España se remontan a 2003 y en ellos los defensores de la inmersión en Cataluña no salen muy bien parados. Éstos son los informes del Instituto Nacional de Calidad y Evaluación (INCE) y el del Consejo Superior de Evaluación del Sistema Educativo de Cataluña (CSDA).
Las conclusiones que se sacaron ya en ese momento son las carencias de los alumnos catalanes en el conocimiento del castellano en expresión escrita, gramática y literatura, cuyo nivel global del dominio del castellano es inferior al de catalán en 7 puntos porcentuales. En Primaria los datos son peores y mientras la comprensión de un texto literario en catalán alcanza un 75,06 por ciento, en castellano tan sólo alcanza el 55,86 por ciento, 20 puntos por debajo.