Publicado por La Esfera de los Libros, "La naturaleza de Franco. Cuando mi abuelo era persona" revela nada menos el amor que el dictador sentía por el arte y compila 15 de sus obras. Según elmundo.es, el dictador descubrió su afición cuando, tras posar para un retrato, cogió uno de los pinceles del pintor y le salió un cuadro. Su retratista quedó anonadado por su habilidad y así se lo transmitió.
"Cada tarde, después del café se encerraba un ratito a pintar. Era un gran dibujante. Algunos de sus cuadros eran copias de otros famosos, algún retrato de mi madre, su autorretrato. No eran excepcionales, pero sí de una calidad y realismo casi inalcanzables para la mayoría de aficionados a la pintura", dice Francisco Franco nieto.
Tanta era su afición que celebró la vuelta de Salvador Dalí a España en 1952, al que profesaba gran admiración. Incluso se hicieron amigos e intercambiaron regalos.
Pero un accidente de caza frustró su carrera artística. "Nos decía que le costaba mucho porque estaba acostumbrado a pintar sujetando la espátula con la mano izquierda y, después del accidente, no podía aguantarla. Aunque sospecho que quizás fuera una excusa, pues en esa época comenzó a sufrir los primeros síntomas del Parkinson", explica el nieto.