El magistrado del Juzgado de lo Penal número uno de Granada considera "rechazable" el posicionamiento ideológico "al que se ha apuntado la Fiscalía General del Estado" que, según el juez, "está impidiendo la adecuada persecución de algunas falsas denuncias por falsas maltratadas".
Estas afirmaciones las ha realizado el juez, Manuel Piñar Díaz, en los fundamentos de derecho de una sentencia en la que se condena a una mujer por un delito de presentación de testigos falsos (sus padres) y un delito de falsa denuncia contra su exmarido, según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe.
Esta nueva declaración se une a las voces de otros magistrados, como el juez Serrano, que han denunciado en numerosas ocasiones la manipulación de los datos de violencia de género y la mala utilización que se ha realizado de esta ley.
Para el magistrado granandino, este "excesivo celo ideológico" de proteger a la mujer "está llevando a quitar la dignidad a determinados varones que son denunciados y sometidos a tediosos y rigurosos procedimientos, que con frecuencia comprenden detención y escarnio público, lo que no hace sino alimentar la violencia, dar un paso atrás en la igualdad ante la ley y en última instancia en el Estado de Derecho".
La falsa maltratada ha sido condenada a un año y seis meses de prisión, con privación del derecho de sufragio pasivo durante la duración de la condena y multa por denunciar en dos ocasiones a su exmarido falsamente en el 2007.
El exmarido fue juzgado y absuelto por delitos de amenazas e injurias y sufrió en aquel momento la medida de seguridad de no poder acercarse ni comunicarse con la madre de su hija, con el consecuente trastorno que le suponía tener que depender de terceras personas que le ayudaran a la recogida y devolución de la menor. Además, el padre no podía asistir a las reuniones del colegio ni hablar con su hija por teléfono durante los casi tres años que ha durado el procedimiento.
Por todo ello, una vez absuelto el hombre interpuso una querella contra su exmujer, y en la sentencia, hecha pública hoy, se hace un estudio pormenorizado de todas las pruebas. Comenta las numerosas pruebas en contra de los condenados, la expareja y sus progenitores, que también han sido condenados por falso testimonio a seis meses de prisión. En el fallo también se recoge que los acusados tendrán que indemnizar solidariamente al afectado en ocho mil euros.
El magistrado considera probado que no hubo amenazas ni insultos y que la mujer quiso "usar en su favor todo el sistema legal de protección a las víctimas de violencia doméstica y ponerlo en contra de su exmarido con el fin de causarle daño".
El abogado del afectado, Diego Fernández Fernández, del despacho Luna y Asociados, ha explicado hoy a Efe que están muy satisfechos con la sentencia debido a que las probabilidades de ganar una querella contra una mujer que denuncia un falso maltrato es muy difícil, ya que no se conocen muchas sentencias que condenen a éstas, y casi el cien por cien no llegan ni a juicio porque se archivan antes.