El británico John Whittaker, natural de Manchester, no podía creérselo, cuando este siluro de 185 libras (cerca de 85 kilos) picó el anzuelo. Ese día había ido sólo a pescar porque sus compañeros de viaje habían desistido de seguir buscando el pez gigante del Ebro, y prefirieron ir a tomar unas copas, tal y como publica este martes el diario Daily Mail, en su edición en Internet.
Necesitó la ayuda de otros pescadores que peinaban con sus cañas el Ebro, donde este pez, el siluro o pez gato, abunda desde que fue introducido por alemanes para pesca deportiva en los años setenta. En cualquier caso, y pese a lo espectacular de la fotografía, John Whittaker se quedó lejos del récord que está en un pez gato de 290 kilos.
Ya a finales de 2009, el Cataluña autorizaba a una empresa rumana a exportar este pescado a Rumanía. La información se convirtió en noticia debido a las sospechas del Centro Superior de Investigaciones Científicas de que este pescado, considerado casi una plaga en el Ebro, resulte tóxico, como las aguas de algunos tramos de este río.
En cualquier caso, la Generalidad autorizó la exportación de "material orgánico" para consumo "no humano" a dicha empresa, lo que permitió a la misma combatir al siluro, un gran depredador de agua dulce que causa, según algunos especialistas, daños en la fauna autóctona.
La empresa en cuestión señalaba que enviaba la carne de siluro para la fabricación de harina y también para comer. "Allí es un pescado muy apreciado y enviando más cantidad nos sale más barato", explicaba en 2009 Valentin Ivanov, hermano del dueño de la compañía y encargado de capturar los siluros.
El responsable de Medio Ambiente de la Generalidad en las Tierras del Ebro, Víctor Gimeno, afirmó por aquel entonces que la empresa "comercializa los siluros como mejor les parezca, para consumo humano o para la fabricación de harina".
Combatir la plaga haciendo un buen negocio sería una brillante solución al problema si no fuera porque el Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) alertó el año pasado de que siete de cada diez siluros y carpas del tramo bajo del Ebro contienen "niveles elevados de mercurio, otros metales pesados y compuestos organoclorados", afirmó por aquel entonces Jordi Grimalt, autor del estudio.
John Whittaker, asegura que además del "whopper" –sobrenombre con el que se conoce al pez gigante o siluro gigante del Ebro- pescó otros siluros de menor tamaño y una carpa de 45 kilos.
(El siluro de 85 kilos -185 libras- | Daily Mail)