Ya hay denuncias sobre la mesa. Un grupo de peregrinos franceses ha acudido a la Policía tras ser víctima de agresiones y acoso por parte de participantes en la marcha antipapa del pasado 17 de agosto.
Los denunciantes, menores de edad y entre los que se encontraba una joven en silla de ruedas por sufrir una minusvalía, relatan que llegaron a la Puerta del Sol pasadas las 21.00 horas, casi tres horas después de que finalizara la manifestación.
Los jóvenes explican, tal y como cuenta Fernando Lázaro en El Mundo, que al salir del Metro de Sol se encontraron rodeados por radicales que les "insultaron, humillaron y zarandearon". También a la chica de 17 años que iba en una silla de ruedas, por lo que sufrió una crisis de ansiedad y tuvo que ser asistida por una enfermera perteneciente a la JMJ.
"Llegó a sufrir una parálisis física temporal y pérdida de conciencia. Todavía mantiene dolores en la pierna izquierda", denuncian. No sólo eso. Varios de los agredidos aseguran que los agresores tenían "látigos" con los que "humillaban". Esos latigazos fueron dirigidos también contra la menor en silla de ruedas y utilizados para acosar sexualmente. Uno de ellos asegura que fue víctima de abusos sexuales, "tocamientos en los genitales con el látigo", a la vez que le obligaban a coger un preservativo.
A pesar de que abandonaron a toda prisa la plaza, los ataques se prologaron en el interior del Metro. Los agresores entraron en la estación y golpearon el vagón en el que se marcharon.