En una entrevista en la Cadena Ser, el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, ha justificado la actuación del Gobierno antes y después de lo ocurrido en Sol en plena Jornada Mundial de la Juventud. En declaraciones recogidas por Europa Press, Jáuregui ha insistido en el que el Ejecutivo "no hizo nada mal". "Cumplimos las leyes y la policía actuó", ha relatado el ministro, que ha señalado que la delegación del Gobierno de la Comunidad de Madrid "decidió otro itinerario que los convocantes no aceptaron". Finalmente, el Gobierno aceptó que pasaran por Sol.
El ministro ha señalado que la delegación del Gobierno "consideró que era imposible no permitir la marcha porque tenían derecho a celebrarla". "Era una cuestión elemental y se lo expliqué en multitud de conversaciones a los interlocutores de la Conferencia Episcopal y otros", ha detallado.
Tras los incidentes ocurridos, Jáuregui ha asegurado que "se entiende mejor que la delegación insistiera en que no pasara por la Puerta del Sol" pero, a su juicio, "se había ido construyendo una especie de leyenda sobre la manifestación" que dio lugar a una serie de "incidentes menores". "Lo que luego ocurrió bien entrada la noche con los pocos que quedaban allí obligó a una intervención menor y colateral", ha apostillado.
Pidió a su vez "respeto" al Papa y a las celebraciones: "Se trata del líder de una institución religiosa mundial, que representa a millones de personas y el Gobierno lo respeta, coincidiendo con el sentimiento religioso de la mayoría de la sociedad española".
Por su parte, el vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, ha manifestado que "de antemano se sabía que iba a provocar la situación que provocó".
En cualquier caso, ha señalado que las críticas a Benedicto XVI "forman parte de la libertad de expresión de un líder internacional como es el Papa", y ha considerado que la marcha "debía haberse autorizado porque todo el mundo tiene derecho a expresar su opinión, pero no con ese itinerario".
En su comparecencia, también ha pedido "responsabilidades" por lo ocurrido al ministro del Interior.
Sobre las críticas relacionadas con el coste de la visita de Benedicto XVI, Pons ha señalado que entiende que haya "una parte de la población que no comparta la visita" pero ha hecho un llamamiento "a templar los ánimos y seguir pidiendo, como desde 1978, respeto, aceptación, comprensión y convivencia, que es la clave".