El diario Los Ángeles Times cuenta la escabrosa historia de Catherine Kieu Becker, una californiana de 48 años, que se ha convertido en la Lorena Bobbitt del siglo XXI.
La mujer aprovechó la cena para drogar a su marido y poder atarlo sin resistencia a la cama. Después, procedió a seccionarle el pene y tirarlo a la trituradora de basura.
Cuando llegó la Policía al domicilio se encontró a la victima "atada a la cama, sangrando profusamente por la ingle", según el informe policial. Fue trasladado a un hospital y sigue ingresado en la UCI, muy grave por la fuerte hemorragia.
La agresora, lejos de mostrar arrepentimiento, dijo que "se lo merecía" y está en prisión acusada de los delitos de envenenamiento, agresión con arma mortal, torturas, mutilación con agravante y secuestro. El matrimonio estaba en proceso de divorcio.