La Noria ha sido el escenario del último capítulo de la batalla que mantienen desde hace meses Jose Bono e Intereconomía. El presidente del Congreso de los diputados acudió este sábado al programa de Telecinco, cumpliendo la promesa que hizo hace tiempo a Jordi González: "He venido porque me comprometí pero es que además estoy muy agusto", le aseguró al presentador nada más comenzar la entrevista.
No tardó mucho Bono en demostrar cuál era su objetivo prioritario: atacar a Intereconomía. El manchego se dijo víctima de "ese grupo de malechores destiladores de odio", que le habían provocado un auténtico "calvario" por la investigación que llevaron a cabo sobre su patrimonio. "A mí lo que me ha dolido ha sido ver llorar a mis hijos" dijo, solemne. "Incluso a quien ha sido mi mujer, la han insultado, han mentido sobre ella; a mí me han acusado de ser masón por estos individuos como si siguiéramos en la época de Franco. Estos cavernícolas siguen creyendo que acusar a alguien de masón es un insulto" dijo Bono, exultante.
El socialista tuvo tiempo para entretenerse en el drama que había vivido, ante un atónito Jordi González que se compungía por momentos: "Le hablo con el corazón en la mano. A mi exmujer también le han hecho sufrir y padecer, le han sacado la herencia de sus padres y lo que gana en sus tiendas, que son suyas, y la han presentado de una manera abyecta porque era lo que les interesaba".
No contento con ello, Bono también puso a sus hijos como víctimas de esa supuesta campaña de Intereconomía: "A mis hijos les han perseguido, hasta buscaron a una pobre señora con alzheimer para que hiciera unas declaraciones que les pudiera perjudicar. Mire, mi hija pequeña, de diez añitos, me dijo "Papá, ¿tú sufres mucho?" y le dije que no pero que por qué me lo preguntaba, y me dijo que por lo que decían en la tele. ¡Con diez añitos la niña haciendo zaping y viendo Intereconomía!".
Pero, todo ese drama se diluyó cuando Bono se refirió al director de La Gaceta, Carlos Dávila, al que llamó "el calvo", entre otras bromas jocosas. El presidente del Congreso tampoco tuvo inconveniente en lanzar acusaciones contra el periodista del que dijo que "cuando gobernaba Aznar cobraba nada más y nada menos que cuatro millones de pesetas al mes de las arcas públicas". Este lunes, Dávila ha contestado a Bono, en el editorial de su portada: "El calvo no se calla".
Además, hubo otro momento curioso durante la entrevista. Después de dejar espacio para que Bono insultara a placer a Intereconomía, el programa de Telecinco le preparó una "sorpresa". En una conexión en directo, algunos familiares y vecinos de su pueblo natal le dedicaron palabras de apoyo, animándole a seguir con su carrera política. Destacó, por encima de todos, el testimonio de su tía: "Mira, Pepe, si puedes ayudar a que mejore un poquito España, ayuda, ¿eh?" aseguró la señora. "Siempre has dicho que tú no dabas puntada sin hilo; prepara un buen ovillo, ¿eh? Que España está rota; hay que coserla", le instó.