El pasado martes, en la piscina municipal de Entrevias, en el madrileño barrio de Vallecas, los socorristas observaron a una niña de cinco años, y sin manguitos, en el fondo de la pileta por lo que se dispusieron a rescatarla.
Según relata UGT, tras la denuncia interpuesta en comisaria, los tres socorristas fueron rodeados por un grupo de 25 o 30 personas, familiares de la menor de origen serbio. De hecho, cuenta que "no les dejaban actuar ni realizar las maniobras de reanimación cardiopulmonar básicas. Se puso a hacerlas el padre, mientras el resto del grupo les criminalizaban, golpeaban, insultaban y amenazaban de muerte". Incluso les llegaron a decir que "no vais a salir vivos de aquí".
La gravedad de los hechos llegó a tal punto que los socorristas tuvieron que refugiarse en el botiquín bajo llave mientras otros miembros del personal llamaban a la Policía. Poco después llegaron la enfermera y el médico de las instalaciones, rechazados al principio por la familia, y pudieron auxiliar a la niña. "Si le llega a pasar algo a la niña, no quiero imaginar cómo habría acabado la historia", afirma el representante de UGT, tal y como recoge ABC.
Finalmente, los socorristas tuvieron que marcharse escoltados por agentes de Policía y fueron directos a comisaria para interponer una denuncia aunque sin identificar a los agresores por miedo a represalias. La piscina quedó cerrada por quedarse sin socorristas y tampoco abrió sus puertas el jueves.