La polémica saltó hace meses cuando se destapó que tres hospitales en los que la Iglesia participaba junto a distintas instituciones públicas catalanas y en las que era miembro del patronato practicaban abortos sin ningún tipo de problemas. Laicos y sacerdotes protestaron ante los obispados afectados, el de Barcelona y Terrasa, y les exigían que tomaran cartas en el asunto.
Los hospitales involucrados eran el Sant Pau de Barcelona, el de Granollers y el de Sant Celoni. El primero de ellos está bajo la Diócesis de Barcelona y los otros dos en la de Terrasa. Sin embargo, sólo el obispo Saíz Meneses, prelado de Terrasa, actuó con rapidez y emitió una nota de condena. Consecuencia de ello fue la dimisión del vicepresidente del Patronato del Hospital de Sant Celoni, el sacerdote Ignasi Fuster, que llevaba años luchando para cambiar la deriva del hospital.
Sin embargo, varios fieles escribieron al Vaticano para denunciar la situación de estos hospitales catalanes en el que por ejemplo, el de Barcelona está participado a partes iguales por la Generalidad, el Ayuntamiento y el Arzobispado.
Para disgusto del cardenal Martínez Sistach, la misiva enviada por los fieles ha tenido contestación por parte de la Santa Sede. De hecho, el subsecretario del Pontificio Consejo para la Pastoral de la Salud, monseñor Jean Marie Mupendawatu, ha escrito al sacerdote Custodio Ballester, uno de los que denunció la práctica de abortos en estos hospitales.
En la carta, según ABC, el prelado admite que el Vaticano ya ha sido informado "en ocasiones" sobre "esta situación en Cataluña" y confirma que "hemos tenido la oportunidad de hablar con los responsables exhortándoles a averiguar detalladamente lo que ocurre, a fin de que se pueda, lo más pronto posible, buscar soluciones concretas a eventuales problemas individualizados".
Igualmente, la Santa Sede insta a este sacerdote a hablar con la Iglesia local, en este caso la de Barcelona, y "eventualmente, con los Superiores de las Instituciones citadas en la documentación enviada".
Este mismo martes, ya con el conocimiento de la carta, el Arzobispado de Barcelona movió ficha y a través de la delegación de medios de comunicación hicieron público que "han dado órdenes al hospital para que no se practiquen abortos". Además, se justifican asegurando que en "ningún momento" el Arzobispado ha pedido que el hospital Sant Pau aparezca en la lista de hospitales que practican abortos.